miércoles, 6 de febrero de 2019

Al venir el día



El mundo ahí fuera es difícil, es competencia diaria y en casi todos los campos de la vida...



En este caminar primero de primera hora de la mañana, con los ojos bien despiertos ya a pesar del temprano madrugar, uno se puede encontrar en su camino con un variopinto ramillete de realidades y aconteceres, que poco a poco irán marcando el devenir de la mañana a medida que las horas vayan transcurriendo, ya con el grueso de la población en pie y pendientes de sus obligaciones y quehaceres que les son propios.


Apenas los primeros rayos de luz se habrán hecho presentes, que ya la pajarería urbana que pasó la noche en algunas de las arboledas de nuestros parques, comienza a mostrarse inquieta buscando el momento de salir de sus refugios para emprender la nueva jornada y luchar por su supervivencia.
 

En otro plano, los noticieros más madrugadores de la radio, que llevan ya varios minutos desgranando una tras otra las noticias de más viva actualidad del día, resultarán igualmente audibles para quienes a esa primera hora caminan ya por las calles de la ciudad, que pueden ponerse al día de la actualidad al ir provistos de los oportunos auriculares que pegan con fruición a sus oídos, mientras siguen su caminar un tanto acelerado en pos de su destino mañanero.
 

Entretanto, el tráfico rodado a pie de calle, que va poco a poco en progresivo aumento, comienza a ir ocupando, sin colapsar en ningún momento, los diferentes carriles de las principales vías urbanas; mientras, a la par, parecen irse encendiendo cada vez más luces en las ventanas de los bloques de pisos del entorno urbano. Es el síntoma de que la ciudad va despertando un tanto perezosamente.


Y es que a medida que pasan los minutos, serán cada vez más los despertadores y otros artilugios varios que comiencen a ponerse en marcha, de manera desaforada casi, llamando al personal a ir abandonando el mundo de los sueños y enfrentarse a continuación con otra realidad muy diferente, palpable en sí con tan sólo poner un pie en la calle y dar los primeros pasos.
 

El mundo ahí fuera es difícil, es competencia diaria y en casi todos los campos de la vida, como bien podemos comprobar día a día.  Y, como prueba de ello, ahí están nuestros madrugadores pajarillos.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 06/02/2019)
 
 

 

 

 

 

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