miércoles, 30 de marzo de 2022

Nuestras tradiciones

 

                                                                                 Foto (Internet)


Hay tradiciones que pudiéramos llamar centenarias, porque tienen cien o más años de existencia entre nosotros y que, cuando se reviven en nuestros días, se busca sigan guardando toda la esencia de aquel entonces.  Y las hay también de más corta vida, pero que pueden conservar también todo su carácter de una manera fiel.


Pero que haya tradiciones que aún hoy se conmemoran y que datan de varios siglos de subsistencia, la cosa no resulta ya de tan fácil entendimiento.  Y de ahí que, para que el paso del tiempo no las destruya o las eche en el olvido, tengan que remarcarse y preservarse, convirtiéndolas por ejemplo en bien de interés cultural de carácter inmaterial.


Que es, sin ir más lejos, lo que se busca ahora con una tradición de nuestra montaña palentina, tras haberse iniciado el expediente de declaración de esta circunstancia para la misma.


Estamos hablando de “La Mojonera de Brañosera y el Valle de los Redondos (localidades palentinas de San Juan de Redondo y Santa María de Redondo)”.

Cuya tradición viene nada más y nada menos que del año 1575.  Y que nos habla del acuerdo firmado en aquel entonces entre estas localidades para llegar a buen término en el uso del agua y de los pastos de la zona como recursos naturales que propiciasen la riqueza de las gentes de estos territorios provinciales.


Y es que los continuos conflictos que existían en el lugar motivados por el uso del agua y de los pastos, eran motivo de casi perpetuos pleitos entre sus habitantes; hasta que, por fin, en aquel año de gracia de 1575 lograra firmarse el acuerdo por el que se establecían los límites de aquellos dos elementos de la naturaleza tan preciados.


Y desde aquel entonces –y ahí viene el motivo de esta declaración que se busca-, cada nueve años y en los primeros días de septiembre, tiene lugar una fiesta familiar en este enclave de nuestra montaña palentina para conmemorar este acuerdo que tanto bien trajo a la comarca. Fiesta que tiene como objeto comprobar que los mojones que delimitan este acuerdo siguen en sus emplazamientos, escenificándose luego con una comida de hermandad, un brindis y un apretón de manos.

 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 30/03/2022)

 

 

miércoles, 23 de marzo de 2022

Llegó la primavera

 


En efecto, ya tenemos a nuestra querida primavera aquí entre nosotros; y recién estrenada, además.  Y, para celebrarlo, quien más quien menos, seguro que ya se habrá regalado, con la emoción correspondiente, un pequeño paseo por los alrededores de la ciudad, por los campos que la circundan o por el monte y aledaños al mismo incluso; y habrá sido testigo de la explosión de vida que ha surgido de pronto en plena naturaleza, tras los anodinos y fríos, amén de largos días del invierno, donde todo parecía paralizado y en estado de hibernación cada día, tanto animales como plantas.


Pero de repente, llegó la hora en su reloj biológico y a nuestro alrededor todo nuestro entorno despertó, eclosionó con fuerza, resurgiendo la vida en todas y cada una de las diferentes especies y variedades de animales y plantas.  Porque, queridos lectores, hasta nosotros acaba de llegar la primavera con toda la fuerza de su energía creadora, a pesar de los tiempos que corren.


Y es que la naturaleza, que es muy sabia y conoce bien en qué momento activarse y resurgir a la vida, y en cual otro desactivarse y quedarse como al ralentí, ha vuelto a sorprendernos una vez más, irrumpiendo con fuerza en nuestras vidas a pesar de que nuestro pensamiento anduviese en esos momentos librando otras batallas bien diferentes.


Pero ha bastado sólo que nuestros ojos contemplasen la obra tan maravillosa que nuestra amiga naturaleza ha creado de buenas a primeras a nuestro alrededor, para que nos rindiésemos ante tanta belleza como se nos mostraba y urgiésemos a nuestro otro yo a que se diese un tiempo nuevo y abandonase, siquiera por unas horas, su enclaustramiento de tantos días y saliese a cualquiera de los parques de la ciudad, a los campos y montes de los alrededores, para disfrutar de la emoción de poder caminar entre tanta belleza. 


Así que, bienvenida seas primavera alegre y colorista, que nos llenas de luz y nos das vida a raudales allá donde vamos.  


Que canten los pájaros y sonría el mundo –aun sabiendo que es difícil hoy por hoy-, porque la vida ha vuelto a resurgir a nuestro alrededor, a pesar de los pesares.  


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 23/03/2022)


   

 


miércoles, 16 de marzo de 2022

Nuestro Cristo del Otero

 


Pues nada, que resulta que nuestro Cristo del Otero se nos quiere hacer internacional -sí, más de lo que ya lo es-; y, por ello, se nos quiere ir a hacer las Américas; aquí donde le vemos y admiramos cada día los palentinos y quienes nos visitan.


Porque, queriendo ser conocido mucho más allá de los propios límites territoriales y sus amplios alrededores, es su deseo el poder hermanarse con el no menos famoso Cristo Redentor del Corcovado, allá en Río de Janeiro.


Y, por ello, ha mandatado al Consistorio palentino que realice los trámites necesarios con las autoridades homónimas de aquel país, para que se lleve a cabo el hermanamiento entre ambas ciudades con sus respectivos Cristos.  Trámite que esta última institución ya ha realizado.


Y ello, con el fin de propiciar un mayor impulso turístico a Palencia, tan necesitada como está de ello, y defender el valor cultural que ambos Cristos sin duda representan en el patrimonio de las dos ciudades.


Y es que el mundo debe saber que ambos Cristos, ahí donde se les ve cada día, celebraron el pasado año nada más y nada menos que los 90 años desde su inauguración en sus respectivas ubicaciones.


Algo que aparte de su coincidencia en el tiempo, lo que supuso que, por ejemplo, nuestro Cristo se iluminase con tal motivo con los colores de las banderas de ambos países, las características y significado de ambas esculturas van a servir para tratar de potenciar aún más internacionalmente ambos emblemas y, por lo que a nosotros respecta, tratar de proporcionar un nuevo empujón turístico a nuestra capital y nuestra provincia.


Que, como tantas veces se ha escrito, están a falta de conseguir esa enseña o símbolo definitivo que las identifique a ambas y que sea capaz de arrastrar en masa a esos visitantes de los que tanto adolecemos por aquí.


Este año, si las cosas siguen así, volveremos a recuperar esa simpática tradición de la pedrea del pan y el quesillo en las laderas del cerro del Otero, en una fiesta que está declarada de Interés Turístico Regional.  Un buen momento para resaltar una vez más la importancia de la misma y mostrarlo al mundo entero, ciudad de Río de Janeiro incluida.


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 16/03/2022)




miércoles, 9 de marzo de 2022

No aprendemos

 

                                                                                Foto (Internet)


Con la primavera pisándonos los talones a unos pocos días vista tan solo, y cuando comenzábamos a prometérnoslas más o menos felices paseando al atardecer por bellos campos de flores de vistoso colorido, pues el gran asunto que nos venía acorralando, la pandemia, iba tomando visos de ir descendiendo progresivamente hasta precipitarse camino de los infiernos, de donde nunca debió salir; hete aquí que de pronto las crónicas de la más rabiosa actualidad giraron su trayectoria, coparon todo el protagonismo y comenzaron a hablarnos de guerra, esa palabra maldita que nadie quería pronunciar abiertamente bajo ningún concepto, pues la mayoría de nosotros considerábamos que gozábamos ya de un conocimiento bastante aproximado de su maléfico significado.


Y cuando, días pasados, comenzaron a sonar las alarmas de alerta y a caer las primeras bombas rusas sobre su vecina Ucrania, destruyendo en segundos todo lo que los habitantes de ese país habían conseguido levantar con sus manos a lo largo de muchas décadas, el mundo volvió a temblar y se le borró de un plumazo el pensamiento demasiado conformista de que en los tiempos que corren, de la globalización y demás, nunca podía volver a producirse una guerra de estas características –como las pasadas por la humanidad-, por querer anexionarse un país limítrofe porque sí con la fuerza de las armas.


Porque es lo que ha ocurrido con esta invasión de Rusia sobre Ucrania; donde de nada sirvieron las conversaciones y mediaciones previas al conflicto que, aunque se vieran como infructuosas en cuanto a acuerdos, dejaban abierta la puerta siempre a seguir dialogando.


Pero cuando las armas comenzaron a hablar, y de qué manera además, el más profundo de los pesimismos comenzó a adueñarse del mundo en general, y la desconfianza en las personas que están al mando de las naciones, alcanzó entonces su mayor grado de decepción.


Y es que con esto se demuestra que no hemos sido capaces todavía de entender que, por encima de las fronteras terrestres y el afán de anexión de las tierras vecinas, están las personas inocentes que mueren, unas luchando y otras en los bombardeos y asedios de las ciudades.


¡Que esto acabe pronto!.


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 09/03/2022)


 

 

miércoles, 2 de marzo de 2022

Campanas

 

                                                                         Foto (Internet)


De vez en cuando ocurre que, vas por la calle y, de pronto, comienzan a sonar las campanas de un convento o una iglesia, y sientes cómo en tu interior se va colando un sonido que te resulta grato, pero de un sabor añejo; y que, por algunos minutos, parece transportarte a algún momento del pasado cuando era habitual escucharlas, ya que formaban parte del día a día de los habitantes del pueblo o de la ciudad.


Y es que su sonido, a través de diferentes toques, marcaba muchos de los actos cotidianos de la vida de las gentes del lugar; así como se aprovechaba para anunciar algún acontecimiento a los vecinos, ya fuera éste de alegría, doloroso, anunciador de, por ejemplo, fuegos o nublados. Y las gentes, según fuese el toque –pues cada uno requería una forma diferente de tañer las campanas-, identificaban de cual se trataba para obrar en consecuencia.


Pero cuando de verdad impregnaban alegría y regocijo a los vecinos, era en la fiesta mayor del lugar y durante la procesión con el Santo; cuando, entonces sí, repicaban con fuerza y de forma continuada durante todo el recorrido de ésta, volteadas a puro brazo.


Hoy en día apenas si se escuchan sus sonidos; y cuando lo hacen es en momentos muy señalados. Pues desaparecieron del centro de la urbe los conventos que las hacían sonar con regularidad; y las iglesias, que aún persisten con campanas en sus torres, solamente las hacen sonar con algún motivo muy significado.


Aún así, habría que decir que no están olvidadas del todo.  Porque, sin ir más lejos, tenemos aquí en nuestra provincia un gran fábrica de campanas, con taller de fundición y reparación, en concreto en la localidad de Saldaña, que recibe desde hace muchos años encargos de trabajo de muy diversos puntos de la geografía patria y del extranjero. 


Y, muy pegadita a esta localidad, se encuentra otra, Villota del Páramo, que ha conseguido constituir la Asociación de Campaneros Villaltanos, para recuperar y difundir los toques de campana, que ha cuajado con fuerza y es requerida de continuo para colaborar en muchas de las fiestas que se organizan en nuestros pueblos; donde hacen una muy alta exhibición de los diferentes toques.


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 02/03/2022)