miércoles, 27 de febrero de 2019

Perdiendo entidad



se ha perdido a la par ese sabor tradicional y cotidiano del entorno...



Poco a poco, se nos va yendo de nuestro lado gran parte de la esencia de lo tradicional, de lo palentino de toda la vida. Y es que pasear por nuestra Calle Mayor, recorrerla de arriba a abajo o viceversa, no será ya lo mismo, porque faltarán a nuestro alrededor los elementos de siempre que le daban su sabor particular.  Antañón si se quiere, pero especial y único para los palentinos.
 

No estarán en nuestros paseos por la misma, esas tiendas de toda la vida, centenarias, que le daban entidad a esta Calle tan principal y tan palentina, que pocas ciudades como Palencia pueden presumir orgullosas de poseerla. 
 

Día a día, vamos viendo cómo sus espacios van siendo ocupados por grandes franquicias internacionales que hasta aquí han tendido también sus redes, como signo cambiante de los tiempos que vivimos.
 

Ya casi no queda ningún comercio de los de este estilo, que conserve su estructura y ubicación, aunque adaptada mínimamente al paso del tiempo. Ni textiles –donde te presentaban el producto sobre el mostrador y te aconsejaban el que mejor porte se ajustaba a tu cuerpo-; ni librerías –la última de estas dejará en unos días su ubicación para trasladarse a otro emplazamiento de la misma calle, pero ya más moderno y perdiendo el encanto de su centenaria vida entre los palentinos-; ni farmacias –aunque aún queda una que conserva todavía su antañona parafernalia farmacéutica-; ni jugueterías –donde los más pequeños de las diferentes generaciones se habrán quedado durante minutos extasiados frente al escaparate-; ni ferreterías –donde tú indicabas tu necesidad de tal o cual tipo de tornillo o herramienta, y ellos te solucionaban el problema-; ni tiendas de alimentación –donde era una gozada entrar, porque con una sonrisa siempre en el rostro atendían tus demandas y te aconsejaban sobre la buena calidad de tal o cual producto que veías allí expuesto, despidiéndote con un pequeño obsequio en forma de caramelo para los más pequeños-…
 

Tras la pérdida de estos elementos y la irrupción de estas grandes superficies comerciales, se ha perdido a la par ese sabor tradicional y cotidiano del entorno; aunque, de otro lado, como algunos sostienen, se haya ganado en modernidad como signo de los tiempos.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 27/02/2019)
 
 

 

  

 

 

 

miércoles, 20 de febrero de 2019

Tiempo de espera



que este país tendrá que acudir el próximo día 28 de abril a las urnas...

 
 
Estamos justo a un mes vista de recibir por estos lares a la vistosa y alegre primavera –por ponerle sólo un par de calificativos, que el resto de ellos se los iremos otorgando paso a paso-. Y, aunque seguro que antes de esa fecha, comenzará a manifestar ya su arrolladora fuerza en medio de la propia naturaleza –por ejemplo con esos primeros almendros en flor que salpicarán de vida nuestros campos-, será a partir de la fecha real de su llegada cuando, día a día, nos irá mostrando signos cada vez más evidentes de su presencia entre nosotros.
 

Un tiempo éste que, seguramente, se nos haría demasiado largo en la sucesión de sus días, por querer con todas nuestras fuerzas que apareciese de pronto y cuanto antes mejor, al pensar que ya la teníamos en la práctica a la vuelta de la esquina.
 

Bien, pues en esas estábamos, consultando el calendario día sí y día también, analizando las informaciones del tiempo en real y en directo, asomándonos luego al atardecer a los campos de nuestros alrededores y estudiando la fuerza real de las cabañuelas de ayer trasladadas al hoy, cuando hete aquí que el propio calendario se nos rebeló de pronto, se nos colocó por delante y nos dio una exclusiva en toda regla. Que hará que el llamado efecto primavera, quede un poco de lado y supeditado al devenir de otra serie de acontecimientos más.
 

Y es que, tras un tenso amanecer el pasado viernes, y con las luces de las primeras horas de la mañana colándose como una exhalación por todos los despachos oficiales, semioficiales y hasta cuasi oficiales, la noticia fue saltando de mesa en mesa y difundida a continuación por los diferentes medios de comunicación.  Una noticia que hablaba –nada más y nada menos-, de que este país tendría que acudir el próximo día 28 de abril a las urnas para unas nuevas elecciones generales, y elegir así un nuevo gobierno que se haga cargo de llevar las riendas del Estado para un nuevo espacio de cuatro años.
 

Así que este tiempo de espera, este paréntesis oficial, este interregno en definitiva entre uno y otro período, se nos hará corto en esencia, al venir marcado por diferentes acontecimientos. Entre ellos, nuestra primavera…
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 20/02/2019)

 

 

 

 

 

 

miércoles, 13 de febrero de 2019

Pérdidas humanas


Además, sé que seguía cada semana esta sección...


Desde luego, hay días en los que pareciera que los hados del infortunio se juntan y las fatalidades se escriben o se cuentan no por ser únicas, sino por ser muchas más en número.
 

Sin ir más lejos, es lo que ha pasado estos últimos días aquí entre nosotros, que las pérdidas, por fallecimientos, de personas con un cierto carisma público y, por ello, conocidas por una buena parte de la ciudanía, se han visto multiplicadas por alguna cifra superior a la unidad.
 

Y claro, surgió de pronto el estupor entre los palentinos por la fatal coincidencia al ver cómo nos dejaban personas de nuestro entorno más próximo, como fuera José María Garrachón Juárez que, además de otros muchos cargos públicos, dirigiera el Consistorio palentino como alcalde de 1975 a 1979, dando paso al llamado período de democracia española. Y que nos aportara a la ciudad unas cuantas realizaciones urbanas de importante calado que todavía siguen en pie y se recuerdan especialmente.
 

También la fatalidad quiso que en los mismos días falleciese José María Gómez Laso, quien fuera insigne organista de nuestra Catedral, profesor de música y sobre todo director, cuando no fundador y director, de unas cuantas Corales ubicadas en diferentes localidades de nuestra provincia y, por tanto, un rostro conocido de nuestra vida cultural.
 

Pero no acaba ahí la consternación de los palentinos, porque aún habrá de sumarse una pérdida más a las dos vidas anteriormente citadas.  Y será, en otro orden de cosas, la de quien fuera famoso jugador internacional de fútbol del Club Atlético de Madrid, Isacio Calleja, natural de nuestro Cerrato palentino.  Como se ve, una pequeña pléyade de personalidades palentinas que nos dejaron en cuestión de unos pocos días.
 

Pero de manera especial, quisiera hacer mención a la figura de José María Garrachón, con el que compartí unos cuantos años de trabajo en su última etapa de funcionario público. Y del que guardo un estupendo recuerdo por su excelente carisma humano y bondad excelsa, amén de infinidad de anécdotas de su extraordinaria personalidad; y de lo que quiero dejar constancia aquí.
 

Además, sé que me seguía cada semana en esta sección.  Descanse en paz, al igual que los anteriormente mencionados. 
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 13/02/2019)
    

 

 

 

 

  

 

 

 

miércoles, 6 de febrero de 2019

Al venir el día



El mundo ahí fuera es difícil, es competencia diaria y en casi todos los campos de la vida...



En este caminar primero de primera hora de la mañana, con los ojos bien despiertos ya a pesar del temprano madrugar, uno se puede encontrar en su camino con un variopinto ramillete de realidades y aconteceres, que poco a poco irán marcando el devenir de la mañana a medida que las horas vayan transcurriendo, ya con el grueso de la población en pie y pendientes de sus obligaciones y quehaceres que les son propios.


Apenas los primeros rayos de luz se habrán hecho presentes, que ya la pajarería urbana que pasó la noche en algunas de las arboledas de nuestros parques, comienza a mostrarse inquieta buscando el momento de salir de sus refugios para emprender la nueva jornada y luchar por su supervivencia.
 

En otro plano, los noticieros más madrugadores de la radio, que llevan ya varios minutos desgranando una tras otra las noticias de más viva actualidad del día, resultarán igualmente audibles para quienes a esa primera hora caminan ya por las calles de la ciudad, que pueden ponerse al día de la actualidad al ir provistos de los oportunos auriculares que pegan con fruición a sus oídos, mientras siguen su caminar un tanto acelerado en pos de su destino mañanero.
 

Entretanto, el tráfico rodado a pie de calle, que va poco a poco en progresivo aumento, comienza a ir ocupando, sin colapsar en ningún momento, los diferentes carriles de las principales vías urbanas; mientras, a la par, parecen irse encendiendo cada vez más luces en las ventanas de los bloques de pisos del entorno urbano. Es el síntoma de que la ciudad va despertando un tanto perezosamente.


Y es que a medida que pasan los minutos, serán cada vez más los despertadores y otros artilugios varios que comiencen a ponerse en marcha, de manera desaforada casi, llamando al personal a ir abandonando el mundo de los sueños y enfrentarse a continuación con otra realidad muy diferente, palpable en sí con tan sólo poner un pie en la calle y dar los primeros pasos.
 

El mundo ahí fuera es difícil, es competencia diaria y en casi todos los campos de la vida, como bien podemos comprobar día a día.  Y, como prueba de ello, ahí están nuestros madrugadores pajarillos.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 06/02/2019)