miércoles, 26 de marzo de 2014

LAS "FALLAS" Y AGUILAR


Días pasados los valencianos celebraban por todo lo alto y en olor de multitudes como siempre, “Las Fallas”, su fiesta por antonomasia. Y como final del festejo, se volvió a cumplir la tradición llevándose a cabo el acto de la “Cremá”, con la quema de todos y cada uno de los monumentos falleros levantados en calles y plazas de la ciudad, a excepción de los que, por votación popular y méritos propios, resultaron indultados en el presente año.

A varios cientos de kilómetros de distancia de la capital valenciana y coincidiendo prácticamente en el tiempo, los vecinos de la localidad palentina de Aguilar de Campoo asistían también a otro acto, cuando menos cargado de simbolismo y lleno de historia por lo que representaba en sí el momento.  Porque se trataba, nada más y nada menos, que del derribo y demolición de todo un referente en la villa galletera: el edificio que durante décadas albergara la antigua fábrica de galletas “Fontaneda”, marca de gran renombre conocida en el mundo entero y todo un símbolo para la comarca.

Y claro, aunque no se trata de realizar un paralelismo en sí entre uno y otro acto, sí se le puede encontrar una cierta coincidencia en el resultado final del “suceso”. Pues si con la quema y consiguiente reducción a cenizas de los monumentos falleros, se da por concluido todo un año de trabajos y esfuerzos dedicados a conseguir todo el conjunto escultórico de la falla para su admiración durante tan sólo unos días y su destrucción final; con el derribo estos días de la antigua fábrica de “Fontaneda”, se acabó el último referente que aún quedaba en la localidad de tan ejemplar y conocida empresa.  Si bien, con la pérdida real de la marca “Fontaneda” hace algunos años, y su traslado fuera de Aguilar por razones económicas, terminó en realidad el sueño de una marca acuñada en la villa con esfuerzo y tesón durante décadas.  Aunque en el recuerdo quedaba todavía la referencia al viejo edificio de la fábrica, aún en pie; que estos días, sin embargo, ha quedado borrada tras quedar reducida a escombros su vieja edificación.
 
Por lo que es seguro que todos los aguilarenses de una u otra manera, y por extensión todos los palentinos, hemos quedado un poco más huérfanos todavía de nuestra famosa"Galleta María", tras llevársela de Aguilar y ahora que ya no está en pie la vieja fábrica que la elaboraba para medio mundo. Menos mal que, por fortuna, la tradición galletera sigue pujante en la localidad.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 26/03/2014)
 

miércoles, 19 de marzo de 2014

¡BIENVENIDA SEAS, PRIMAVERA!


Con los primeros brotes verdes de la temporada –en el sentido estricto de las palabras-, asomando con una cierta timidez todavía, pero percibiéndose ya con alguna contundencia en algunas de las zonas de formación vegetal de nuestro paisaje urbano y periurbano, daremos mañana la bienvenida más esperada a la siempre señorial y deseada primavera; con la esperanza de que los efectos benéficos sobre el clima, que de común la vienen caracterizando desde tiempo inmemorial, sean los habituales en los próximos días.

Y, si de paso, yendo un poco más allá nos quiere anticipar algo, una brizna tan sólo, del verano que ha de venir, regalándonos como el que no quiere la cosa algunos grados más en los termómetros, pues seguro que se le agradecerán de muy buen talante.

Porque de tiempo de fríos extremos, cielos encapotados y grises, temporales costeros de muy altos vuelos, ciclogénesis explosivas y tormentas perfectas barriendo la práctica totalidad de la península, hemos quedado bastante surtiditos este invierno de difícil olvido.

Así que no será porque no haya motivos más que suficientes para querer esperar a la estación de las flores por excelencia con los brazos abiertos por riscos, llanos y valles.  Con el deseo de que, una vez asentada en nuestro territorio, se implique a tiempo completo con esta nuestra tierra, que anda todavía saliendo como buenamente puede del túnel largo y oscuro en el que le sumió el naufragio casi continuado del invierno mesetario. 

Aunque echando la vista atrás, pareciera que no iba a llegar nunca, el tan esperado día “D” llegó por fin, y la primavera está literalmente llamando a la puerta, así lo podemos apreciar con tan solo asomarnos al cabo de la calle.

Por ello, abramos rápido y de par en par balcones y miradores, portones y portillas, y dejémosla pasar, recibiéndola como en buena lid le corresponde.

Y salgamos a pasear por la ciudad y sus entornos, por éste o aquel pueblo y alrededores vecinos, campo a través si fuere menester; y gocemos de la eclosión de colorido y vida a raudales que en cada uno de los rincones la naturaleza nos mostrará con todas sus fuerzas estos próximos días.
 
Porque ya sea la ciudad o el pueblo; la pradera o la campiña; la montaña o el valle; el lago, el río o el arroyo, cada uno de estos conjuntos nos sorprenderá con su belleza añadida tras recibir a tan acreditada y excelsa embajadora.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 19/03/2014)
 

miércoles, 12 de marzo de 2014

A VUELTAS CON LA SIESTA


Que dicen nuestros vecinos, y sin embargo amigos del norte, los europeos de más arriba, que han consultado con minuciosidad nuestras agendas y nuestros tiempos y horarios de a diario, y han llegado a la conclusión de que en España perdemos demasiado tiempo al día con momentos tales como la comida, la siesta, las rutas y medias rutas de vinos y otros caldos, el chateo, el poteo y demás zarandajas adjuntas o sin anexar; en concreto algo así como tres horas de la tarde. ¡Vaya si han calculado con particular exactitud nuestros vecinos de más arriba!.

Claro que en el asunto de la siesta, es donde parece que más se han cebado algunos de nuestros vecinos de la vieja Europa, vía algún rotativo diario de gran tirada. Porque primero fueron los alemanes, luego los ingleses y ahora, para cerrar el ciclo, desde allende los mares, se han unido también a ellos los americanos del norte.

Para mí que lo que en el fondo ocurre por ahí afuera con este criticarnos tan a la ligera, es que nos tienen un tanto así de envidia por nuestro tiempo de siesta, habida cuenta de que han intuido ya sus grandes bondades, su tiempo de relax y de desconexión del mundo a mitad de la jornada.  Que tan arraigada está la costumbre en el alma de nuestro pueblo que es practicada por un buen número de españoles.

Aunque, claro, quizá habría que distinguir la siesta en sí, la de “pijama, Padrenuestro y orinal”, a la que se refería casi siempre el bueno de Don Camilo, del hecho de echar una cabezadita de diez a quince minutos frente al televisor tras la comida y recostado en el sillón de casa. Actividad esta última que, sin duda, está ampliamente recomendada para recuperar fuerzas y poder salvar el resto de la jornada de una manera más que digna.

Vamos, que parece que lo que quieren a todas luces nuestros amigos europeos de más arriba es “atizarnos” durante la siesta pero a base de bien, tratando de que no peguemos ojo en ese ínterin tras la comida de mediodía. 

Y claro, de eso ni hablar, por ahí no vamos a pasar ni aunque traten de dorarnos la píldora.
 
Y es que, al final, por este y otros atajos, vamos a llegar a la conclusión de que, en verdad, “España
es diferente…”   

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 12/03/2014)

  

miércoles, 5 de marzo de 2014

“CINE, CINE, CINE, CINE…


…más cine por favor, que todo en la vida es cine, que todo en la vida es cine y los sueños cine son”, decía y se escucha aún con placidez, el estribillo de una conocidísima canción del cantautor español Luis Eduardo Aute, que quizá a más de uno, leyendo este titular, se le puede haber ocurrido entonar a la par la mentada canción.

Bien si ha sido así porque, entre otras cosas, “quien canta, su mal espanta”, según dice el refrán popular.

Pero no, no pretende la columna de esta semana abordar esto último, sino la temática del cine, el conocido como séptimo arte.

Y ello, porque en estos últimos tiempos estamos los palentinos que nos salimos en esta materia; vamos, que nos encontramos rodeados de cine por todos los flancos.  Y si no, juzguen si es así o no.  Vamos a ello, pues.

Por un lado, acabamos de celebrar una edición más, la veintitrés en concreto, de la “Muestra de Cine Internacional de Palencia”, de notable éxito en nuestra capital y provincia, innovándose cada año con ideas y actividades nuevas relacionadas con este mundo del cine.

Días antes tan solo, pudimos asistir a la “VI Semana de Cine Espiritual”, que cada año consigue llevar a cada una de las proyecciones a muchos más adeptos, dentro de su temática existencial de la persona y su mundo.

En este mismo orden de cosas, cabe resaltar que han comenzado también estos días las “VI Jornadas de Cine y Filosofía”, que tienen lugar en nuestra capital en colaboración con el Centro Regional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Palencia.

Pero aún hay más, y es que en abril próximo, el veterano Cine Club palentino “Calle Mayor” organizará, de forma paralela a su programación habitual, un curso intensivo para “Aprender a ver cine”.

Mas no crean que acaba aquí todo lo que se daba, no, porque en los próximos meses, tras sus oportunas convocatorias, tendrán lugar también eventos tales como “La Semana de Cine de Saldaña” o el consabido “Festival de Cortometrajes de Aguilar de Campoo”.
 
Así que, visto lo anterior, cabe decir a voz en alto, y no se exagera un ápice, que Palencia es cada año una provincia de cine; con la ayuda, eso sí, de algunos de nuestros sueños, porque ya hemos quedado más arriba que “los sueños cine son”… 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 05/03/2014)