miércoles, 26 de octubre de 2016

SALDAÑA Y SU "FERIA DE LA ALUBIA"

Foto(Internet)

En tiempo pasado, bastantes años atrás –y lo dice alguien oriundo de esta Comarca-, también se cultivaba en la Vega de Saldaña este producto que hoy cuenta en nuestro calendario provincial con una Feria a él dedicado en exclusiva y que va ya por su XIII edición –hablo de la alubia-; y muy poca gente era consciente en aquel entonces de la importancia y riqueza de esta legumbre en concreto en nuestra gastronomía palentina.

Se la conocía mucho, eso sí, en la propia Comarca de la Vega y de la Loma, así como en las demás Comarcas limítrofes.  Y también algo en el resto de la provincia y provincias colindantes; pero con un conocimiento superficial –quizás de oídas muchas veces- y sin profundizar, desde luego, en su importancia tanto culinaria, como económica, para la zona de la provincia productora de la misma.

Tenía su venta más o menos testimonial o importante en ocasiones, en el mercado semanal de cada martes en los soportales de la Plaza Vieja de la localidad, en el mercado especial del primer martes de cada mes en el mismo lugar, o en el más importante aún y famoso por extensión, del día de las Candelas, el 2 de febrero. Pero luego, pare usted de contar, pudiera decirse casi con toda seguridad.

Sin embargo, ha sido con el paso de los años y la insistencia de los productores, con el apoyo del ayuntamiento de la Villa y las Instituciones que tienen algo que ver con ello, y con la importancia de la apertura de los mercados y la globalización en sí, cuando la alubia de Saldaña ha dado un paso de gigante y ha adquirido su denominación de origen.  Lo que nos habla hoy en día de su trascendental importancia en la Comarca y fuera de ella.

Por eso, no resulta extraño que, con el fin de potenciar su cultivo y fomentar su comercialización, siempre bajo el paraguas protector del turismo gastronómico, de unos años para acá se haya pensado en promocionarla y darla a conocer aún más, edición tras edición, mediante esta “Feria de la Alubia de Saldaña”, alusiva a ella y totalmente volcada en su difusión allende las fronteras de la propia Comarca saldañesa, con el añadido de la marca de calidad “Alimentos de Palencia”.
 
Feria de la Alubia, que acaba de celebrarse este pasado fin de semana en la localidad de Saldaña, con gran asistencia de público y la consabida “alubiada” o degustación de un plato de esas ricas alubias producidas en la Comarca.  

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 26/10/2016)

miércoles, 19 de octubre de 2016

UNA CIFRA SÚPER REDONDA

Foto (Internet)



En el mundo actual, parece que las noticias que manejan cifras de muchos ceros a la derecha de la unidad que, por otra parte, abundan más bien poco en el acontecer de la vida ordinaria, son las que más impactan y más llaman la atención del  respetable.

Son esas cifras millonarias –mareantes en sí mismas-, que con tanto ahínco se buscan -y es que siempre serán bienvenidas-, pues lo mismo pueden valer para arreglar un roto que un descosido –como diría el refrán popular-, y ¡quién las pillara!…

Pues bien, hablando de cifras millonarias de este cariz, estos últimos días ha saltado a la palestra palentina una noticia de hondo calado, de gran importancia para nuestra ciudad; para la Palencia del futuro. Y es que resulta que, en los próximos años, vamos a recibir por aquí la nada despreciable cantidad de 10.000.000 de euros, sí, han leído bien, diez millones de euros; para mejorar nuestra ciudad en varias vertientes, tocando temas de innovación de la administración electrónica, modernización de barrios, medio ambiente y políticas de sostenibilidad.  

Y ello, porque nos ha sido aprobado el Plan de Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (Estrategia DUSI), que el consistorio palentino presentara a valoración en su día, para poder hacerse acreedor de una serie de fondos monetarios de este monto económico procedentes de la Comunidad Europea, destinados a los municipios que, de futuro, desarrollen un Plan de estas características.

Si luego, a estos diez millones ya concedidos, le añadimos otros diez más que debe aportar el consistorio para llevar a cabo el Plan en su conjunto, la cifra súper redonda de los 20 millones de euros -e incluso alguno más-, puede dar para mucho en este terreno del desarrollo urbanístico y la sostenibilidad de nuestra ciudad cara a los próximos años.

Tanto que, una vez desarrollado el Plan hacia el año 2020 y según los entendidos en la materia, vamos a poder mostrarnos al exterior con una cara completamente lavada, y mucho más incluso, a la hora de contemplar la ciudad de hoy en día.
 
Así que ésta inversión millonaria, resulta ser una noticia a la que no conviene perderle la pista en los próximos años, para ver cómo se materializa el gasto y cuál es el resultado final.       
 
Y cuál, en definitiva, su efecto en el conjunto de la imagen exterior de la ciudad y en la vida de los palentinos.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 19/10/2016)

miércoles, 12 de octubre de 2016

AMPUDIA, ES TODA ELLA ARTE

Ampudia (Foto Internet)


 

 Que la localidad palentina de Ampudia, a tan solo 26 kilómetros de la capital, declarada toda ella conjunto histórico-artístico, con tres elementos arquitectónicos y artísticos –entre otros muchos-, que la definen por sí sola: Colegiata de San Miguel –como símbolo de su pasado episcopal-, Castillo –como reflejo de su importancia en el Medievo- y Calles Soportaladas –como emblema de construcción tradicional castellana que se ha sabido mantener-, a la par que importante lugar de señorío en el pasado; goza hoy en día de un encanto especial que la hace destacar sobremanera, uno lo comprueba nada más posar el pie en cualquiera de sus calles que te llevan prestas al centro histórico de la villa.
 
 
Donde, apenas si has caminado unos minutos, y ya te envuelve una sensación como si te hubieses trasladado de pronto al pasado de unos cuantos siglos atrás. Sigues recorriendo su entramado urbano y a cada paso, al desembocar en una plaza con un cierto sabor antañón y doblar una esquina, te sale al encuentro en la lejanía y en toda su verticalidad, la inhiesta torre de su Colegiata, a la que cariñosamente se la conoce también como la “Giralda de Tierra de Campos”, por guardar una cierta semejanza con la de la capital andaluza.

 
Así que, con estos antecedentes, con este marco de fondo ya de por sí de rancio pasado castellano, si además, se organiza un Mercado Castellano con ambientación al efecto, el traslado emocional a esa otra época así representada, es fácil de conseguir.
Y ha sido esto, justamente, lo que ha ocurrido estos últimos días en esta histórica Villa terracampina, que tuvo su Mercado Barroco y también su Mercado Castellano, con lo que la ambientación al respecto fue doble, y doblemente concurridos se vieron sus calles y sus entornos, además.
 

Si a todo lo anterior, le añadimos el espectacular fin de fiesta a cargo del famoso grupo de folk segoviano “Nuevo Mester de Juglaría” actuando en el bello marco del Atrio de San Miguel e interpretando, entre otros muchos temas, su conocidísima canción de “Los Comuneros” –tarareada y bailada por la amplísima concurrencia en tan magno lugar congregada-, podemos dar fe de que la apoteosis final llegó a su máxima expresión saboreando la más típica y tradicional castellanidad.    

 
¡Hasta otro año, Ampudia!.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 12/10/2016)








miércoles, 5 de octubre de 2016

UN CANTO A LA AMISTAD (Y II)


Foto (Internet)


Si en mi crónica anterior de este emotivo reencuentro de amigos del pasado en el hoy de un buen puñado de años después, describía de alguna manera la escena del encuentro y acercaba los primeros pasos del grupo por la ciudad, recorriendo algunos de los lugares más emblemáticos para nosotros, donde en el pasado protagonizáramos mil y una aventuras que quedaron guardadas en mil y un recuerdos, saliendo a relucir en esta jornada, como no podía ser por menos; la efemérides del día quedaría un tanto coja si, a renglón seguido, no narrara y tratase de retratar con alguna mayor profundidad algunos de estos aspectos que la reunión propició, situándolos en su tiempo y momento.

Tiempo y momento que, a medida que pasaban las horas, nos envolvían de tal manera que no acertábamos a saber muy bien si estábamos en el hoy o en el ayer. Porque reviviendo alguna escena de aquellos años en los que, por simple definición, derrochábamos juventud a raudales, de pronto nos vimos trasladados al pasado, encontrándonos el grupo entero de bailoteo en la discoteca de moda de aquel entonces, que acostumbrábamos a frecuentar –la famosa Scorpio’s de nuestros afanes-.  O saliendo del cine con la emoción todavía fresca por el éxito de la película, que alguien del grupo eligió, tal vez inopinadamente y dejándose guiar tan sólo por el título de la misma. Y que a nosotros nos serviría a continuación para acudir prestos al bar que nos cobijaría durante las horas siguientes, y embarcarnos en la consabida tertulia sobre los pormenores de la película recién visionada; emulando quizás algún cinefórum que la televisión nos había podido acercar en algún momento, y que nosotros aspirábamos a institucionalizar allí mismo.

Y pudo ser allí también, al calor de aquellas tertulias, cuando surgiría una idea que nuestra inquieta mente juvenil de aquel entonces nos alumbrara, y que llegamos a  ejecutar durante una temporada, aunque nos quedásemos sólo en los prolegómenos.  Y es que, de pronto, sentimos que nos entraba la vocación de actores de teatro, llegando a ensayar el grupo entero, con reparto de papeles incluido, una clásica obra de teatro; aunque no pasásemos de ahí y la vocación se quedase por el camino.
 
En fin, que fueron muchos los sentimientos que el reencuentro propició; grandes las emociones vividas y felices, muy felices, las horas de aquel sábado. Y, con la idea de institucionalizar el encuentro a partir de ahora, nos dijimos adiós con pena.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 5/10/2016)