Por lo visto, oído e incluso sentido, durante este verano de fausto
recuerdo, que ya feneció estrictamente hablando, nuestros pueblos, villas y
lugares repartidos a todo lo largo y ancho de nuestra provincia, han recibido y
acogido en su seno a un verdadero “boom” de visitantes, que han recalado por un
tiempo en sus casas, han paseado por sus calles, han rememorado con familiares
y amigos sus años del ayer, se han divertido de lo lindo y hasta han hecho más
fiestas que cualquier otro año, inmortalizándolas con multitud de fotos que
luego, en una buena parte de esos momentos, alguien ha “colgado” en las redes
sociales para una mayor extensión y conocimiento del lugar.
El caso es que, según ha podido apreciarse, todos y cada uno de nuestros
núcleos poblacionales han podido contabilizar en su haber más habitantes
ocasionales que nunca, desde que se pusiera “en moda” pasar las vacaciones en
el pueblo. Aunque en estos últimos
tiempos las tornas hayan cambiado, y de qué manera, además, y lo que fuera
quizá “moda”, se ha convertido en una constante: necesidad pura y dura.
Era lo que en la jerga de algunos años atrás se conocía en plan satírico
como pasar las vacaciones en “la costa del suegro” –con lo que ello significaba
en todos los sentidos-, queriendo hacerse tal vez una especie de similitud,
aunque fuese solo por la cacofonía de las palabras, con los que se iban a
cualesquiera de nuestras “costas” del litoral marítimo. Que no tenía nada que ver, claro está, pero
que a efectos de broma entre familiares y amigos, quedaba bastante bien.
Y a la luz de esta actualidad, qué duda cabe que el hecho de que nuestros
pueblos se llenen de veraneantes –ya salió la palabreja-, entre otros muchos
beneficios, producirá, sin duda, el que aquéllos no se vean proclives a
desaparecer de plano tras abandonarlos, por ley de vida, sus últimos
habitantes. Y, por otro lado, permitirá continuar con las mejoras de su hábitat
urbano y periurbano en todos los ámbitos posibles, cada año un poco más.
Unos aspectos que seguro saldrán a relucir este
próximo 27 de septiembre cuando se celebre el Día de la Provincia, que este año
tendrá el honor de acoger la localidad de Guardo. Marco idóneo para exponer
estas y otras impresiones, máxime cuando ese día se darán cita la mayoría de alcaldes de la
provincia, quienes, sin lugar a dudas, conocen de primera mano estas y otras
muchas más circunstancias de nuestros pueblos, villas y lugares.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino", el 25/09/2013)
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