miércoles, 12 de octubre de 2016

AMPUDIA, ES TODA ELLA ARTE

Ampudia (Foto Internet)


 

 Que la localidad palentina de Ampudia, a tan solo 26 kilómetros de la capital, declarada toda ella conjunto histórico-artístico, con tres elementos arquitectónicos y artísticos –entre otros muchos-, que la definen por sí sola: Colegiata de San Miguel –como símbolo de su pasado episcopal-, Castillo –como reflejo de su importancia en el Medievo- y Calles Soportaladas –como emblema de construcción tradicional castellana que se ha sabido mantener-, a la par que importante lugar de señorío en el pasado; goza hoy en día de un encanto especial que la hace destacar sobremanera, uno lo comprueba nada más posar el pie en cualquiera de sus calles que te llevan prestas al centro histórico de la villa.
 
 
Donde, apenas si has caminado unos minutos, y ya te envuelve una sensación como si te hubieses trasladado de pronto al pasado de unos cuantos siglos atrás. Sigues recorriendo su entramado urbano y a cada paso, al desembocar en una plaza con un cierto sabor antañón y doblar una esquina, te sale al encuentro en la lejanía y en toda su verticalidad, la inhiesta torre de su Colegiata, a la que cariñosamente se la conoce también como la “Giralda de Tierra de Campos”, por guardar una cierta semejanza con la de la capital andaluza.

 
Así que, con estos antecedentes, con este marco de fondo ya de por sí de rancio pasado castellano, si además, se organiza un Mercado Castellano con ambientación al efecto, el traslado emocional a esa otra época así representada, es fácil de conseguir.
Y ha sido esto, justamente, lo que ha ocurrido estos últimos días en esta histórica Villa terracampina, que tuvo su Mercado Barroco y también su Mercado Castellano, con lo que la ambientación al respecto fue doble, y doblemente concurridos se vieron sus calles y sus entornos, además.
 

Si a todo lo anterior, le añadimos el espectacular fin de fiesta a cargo del famoso grupo de folk segoviano “Nuevo Mester de Juglaría” actuando en el bello marco del Atrio de San Miguel e interpretando, entre otros muchos temas, su conocidísima canción de “Los Comuneros” –tarareada y bailada por la amplísima concurrencia en tan magno lugar congregada-, podemos dar fe de que la apoteosis final llegó a su máxima expresión saboreando la más típica y tradicional castellanidad.    

 
¡Hasta otro año, Ampudia!.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 12/10/2016)








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