miércoles, 24 de septiembre de 2014

NOSTALGIA


Cuando ya el verano nos va diciendo irremediablemente adiós, porque va llegando el final de su tiempo entre nosotros; puede que, de repente un día, al revolver en nuestra memoria tras haber enredado, vaya usted a saber si por casualidad o no, en la memoria de nuestro teléfono móvil, y toparnos con una serie de fotografías que tuvieron su origen en alguno o algunos de los días de este verano, es bastante probable que algún “gramo” de nostalgia se asome de pronto a nuestros ojos.

Porque tal vez algunas de esas fotos, que ahora un tanto distraídamente revisamos, nos traigan el recuerdo de unos días maravillosos de sol y playa en un magnífico lugar de la costa y en una compañía súper agradable.

O tal vez nos recuerden los paseos a la orilla del mar al caer la tarde, hasta bien entrada la noche y con la luna reflejándose en el agua, mientras a lo lejos algunos barcos realizaban sus habituales faenas pesqueras ayudados por esa luminosidad tan excepcional que la noche había adquirido.

Y, ¿por qué no?, puede también que, ubicados ya en nuestro lugar de residencia habitual, algunas de estas fotos nos devuelvan quizás el recuerdo de un incipiente romance surgido inopinadamente en tierras lejanas al calor de aquellos días, un pequeño amor de verano, quién sabe si con perspectivas de futuro.

Y, en fin, un universo casi de momentos y situaciones, que unas simples fotografías pueden recordarnos de pronto, trasladándonos por unos instantes a un montón de lugares y escenarios que conformaron a la postre nuestros diferentes destinos vacacionales.

Nostalgia del verano, porque se fueron o se irán poco a poco sus días luminosos y radiantes, donde la prisa no tuvo ninguna oportunidad de mostrarse presente. Donde el sonido, machacón y odioso del despertador, desapareció de pronto.  Donde el paso del tiempo no se medía por las horas transcurridas, sino por el cómputo numérico de las distintas actividades que uno fuera capaz de desarrollar durante la jornada.

Nostalgia del verano, porque a medida que vayan pasando los días y la luz de estos se vaya acortando en horas, nos encaminaremos sin solución de continuidad hacia el largo, frío y temido invierno, excesivamente dilatado en el tiempo por estos lares.         

 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 24/09/2014)

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