miércoles, 2 de abril de 2014

UNA SIMPLE FÓRMULA MATEMÁTICA


Ya lo dejó escrito a mediados del siglo XVII aquel gran intelectual francés que fuera Blas Pascal, a la sazón matemático, físico y filósofo religioso.  Y fue aquello de que muchas veces “el corazón tiene razones que la razón no entiende”.

Bueno, pues amparándonos en ese pensamiento tan sublime, habrá que reconocer que muchas veces lo hemos hecho nuestro y hemos recurrido a él para, entre otras cosas, hablar de los enamoramientos de pareja y no poner en tela de juicio el hecho, por más que nos pareciese fuera de toda lógica.

Bien, pues así las cosas y después de tantos siglos de amores y desamores, vienen unos científicos modernos y documentan y propagan a diestro y siniestro que ahora sí, ahora va a ser todo mucho más fácil, porque han logrado por fin descubrir la verdadera fórmula matemática del amor. ¡Ahí queda eso!...

Toda una larga ecuación con cifras y letras engarzadas entre sí mediante sumas, restas y multiplicaciones, con definiciones previas que entran en juego, tales como parejas anteriores, sentido del humor, importancia que se da al sexo, jerarquía que se concede a la apariencia física (el famoso “sex-appeal”, tan importante a primera vista), valor que se da al dinero, etc., etc; para dar como resultado la duración prevista, en años, de la relación amorosa así iniciada.

Pero claro, todo ello no les llegó a estos científicos de la noche a la mañana, sino que la deducción de la fórmula en cuestión vino después de someter a unos 2.000 hombres y mujeres a una encuesta donde se les preguntaba por una serie de cuestiones tales como importancia de la inteligencia en la pareja, de la apariencia física, del sexo, de las anteriores parejas, de la apetencia de hijos, etc., etc.
 
A continuación, analizado e interpretado todo lo anteriormente contestado y sometido a diferentes procesos, el resultado final fue esa fórmula matemática del amor, no sé si eterno o no, pero al menos duradero según parece.  Así que puede que las generaciones venideras, llegado el momento y aplicando esta fórmula, lo tengan mucho más fácil a la hora de elegir la pareja para los años posteriores.
 
Claro que, como seguirá ocurriendo que el corazón continuará teniendo razones…., no sé yo si esta fórmula matemática va a tener aplicabilidad práctica en determinados y según qué casos.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 02/04/2014)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario