Ahora, cuando todavía el verano está en lo más alto de
la canícula, y cuando se cruzan en el camino los que acaban sus vacaciones de
la primera quincena de agosto con los que las comienzan justo esta segunda,
aparte claro está de quienes disfrutan de ellas durante todo el mes, que andan
ahora en el ecuador de las mismas, bien podemos decir que seguimos a todos los
efectos sin estar plenamente de vacaciones –entendidas estas como desconexión
total con las actividades habituales del día a día, pensamiento incluido-;
porque el tema político nos sigue persiguiendo y convocando frente a los medios
de comunicación a cada paso para enterarnos de las últimas novedades a este
respecto.
Que así no hay manera de tener un verano en paz desde
hace ya ni se sabe; porque cuando no es una cosa es otra. Que cuando no ha sido la observación muy en
primer plano de una guerra cercana recién estallada y sus consecuencias, ha
sido el seguimiento de las vicisitudes de un barco cargado de inmigrantes esperando
un país que los acogiese, o la evolución de un gran fuego de difícil
control. Por no decir ya los duros años
de la pandemia recién padecida en el mundo y que nos tuvo en permanente alerta.
Y mira tú por donde, cuando pasado todo esto, este
verano las vacaciones nos las prometíamos tan felices, enderezados de alguna
manera el panorama económico y el de la política en general, se establece por
quien tiene poder para ello que estamos convocados a unas elecciones generales
en pleno mes de julio.
Con lo que el panorama vacacional se trastocó y hubo
que cambiar el rumbo y las programaciones; y esperar a la conclusión del
proceso electoral para, entonces sí, emprender de verdad el tiempo de
vacaciones.
Bueno, ese era en esencia el plan pensado; pero como
el resultado electoral fue el que fue y no dispuso de mayorías susceptibles de
poder gobernar en tiempo y forma, desde la misma noche electoral no se habló de
otra cosa que de tratar de llevar a cabo los correspondientes pactos entre
partidos para buscar un candidato a presidente del gobierno.
Y aquí estamos todavía deshojando la margarita, y la casa sin barrer…
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 16/08/2023)
No hay comentarios:
Publicar un comentario