miércoles, 22 de enero de 2020

Cada mes de enero


los buenos propósitos que nos marcamos en estos primeros días, con  la intención firme de, en esta ocasión sí, llevarlos a buen término...








Llega el mes de enero, finalizan las fiestas navideñas –de por sí transgresoras en lo concerniente a la alimentación equilibrada y en su justa medida-, y hay un aspecto de nuestras vidas que vuelve a repetirse año tras año. Y es el de los buenos propósitos que nos marcamos en estos primeros días, con  la intención firme de, en esta ocasión sí, llevarlos a buen término; si no todos –porque puestos a pedir, somos bastante generosos en ello-, sí al menos alguno de ellos.
 

Y así entre otros propósitos que, no son nuevos en esencia porque, para nuestro disgusto, se repiten los del año anterior e incluso los de anteriores eneros, nos encontramos con que volvemos a querer apuntarnos al gimnasio, donde prometemos acudir cada día que nos sea posible; a realizar andando los kilómetros de rigor que señalan los entendidos en la materia; nos proponemos dejar de fumar en firme; nos marcamos una alimentación más saludable, sosegada y que nos haga perder esos kilos de más que las pasadas fiestas nos hicieron ganar; planeamos el repetido hito de apuntarnos a una academia para aprender ese otro idioma que siempre quisimos conocer…, etc., etc.
 

Poco a poco van pasando los días del mes, nos vamos metiendo en un círculo cómodo de una cierta habitualidad, la temperatura ambiente reinante en el exterior no es la más propicia sin duda para invitarnos a salir de casa para realizar la actividad externa propuesta… Total, que se van añadiendo condicionantes de uno y otro lado que ayudan a aniquilar en buena medida los ánimos personales y a hacer que las actividades y buenos propósitos buscados terminen por quedar olvidados y arrojados por tierra con el pasar de los días.
 

Y a este respecto resulta muy gráfico un pequeño chistecillo que alguien ha puesto en movimiento justo por estas fechas.  Y que habla de aquel que en estos primeros días de enero se apuntó al gimnasio para tratar de recuperar su peso y silueta habituales, pero que se olvidó de aparecer por él; y un buen día, como veía que su aspecto físico no mejoraba, dicen que comentaba entre los suyos, “voy a tener que pasar personalmente por el gimnasio a ver qué pasa”.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/01/2020)
 

 

 

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