(Foto tomada de Facebook 15/11)
Dice el refranero popular que “de mitad de noviembre en adelante, el invierno constante es”. Y en esta ocasión parece que ha dado en el
clavo al cien por cien. Porque ha sido
justamente en su mitad cuando hemos comenzado a sentir por aquí los primeros
fríos del invierno, con temperaturas bajo cero incluso.
Y a mayor abundamiento, con la nieve mostrándose de
una manera palpable ya en nuestra provincia.
Y no solo en nuestro Norte provincial, más propenso a recibir de común
la visita del blanco elemento, sino que también por estos lares capitalinos
hemos visto cómo, durante este 15 de noviembre, aparecían los primeros copos de
la temporada y dejaban su rastro en forma de pequeño manto blanco sobre
tejados, parques y jardines, coches aparcados en la vía pública y elementos
urbanos en general. Que al instante,
muchos se apresuraron a inmortalizar en fotos de una plasticidad y belleza
fuera de toda duda, y a difundir luego a través de las redes sociales, por
aquello de la novedad y de ser la primera de la temporada.
Si en esta ocasión, como en otro momento recoge
nuestro refranero al aseverar que “por
los Santos la nieve en los altos, y por San Andrés (30 de noviembre) la nieve
en los pies”, no se ha cumplido esta máxima, al menos en su inicio, que aún no
sabemos qué pasará en su final, sí hay que reconocer, en cambio, que lo ha
hecho, con todo lujo de detalles y hasta con cierta contundencia en según qué
lugares, en la parte central del mes (algo es algo).
Pero claro, con la experiencia que se tiene por
aquí en cuanto a fríos y demás, y a la altura en que estamos del calendario;
pasado que ha, además, el llamado “veranillo de San Martín” (en torno al 11 de
noviembre), y salvo que nos venga con retraso un cierto “veranillo del
membrillo” durante algunos breves días, lo más normal, como comienza a
barruntar el personal, es que hayamos comenzado ya el camino irreversible hacia
el largo, oscuro y frío invierno de estas tierras mesetarias.
Que sepamos sobrellevarlo de la mejor manera
posible y buscando el encanto que, sin duda, puede tener también esta estación
meteorológica por estos lares, es lo que cabe añadir al respecto. Eso sí, con
la nieve tendiendo su blanco manto sobre estas tierras “de pan llevar”.
J.J.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario