miércoles, 16 de julio de 2025

Cuando el sol aprieta

 


Cuando el sol aprieta de lo lindo durante estos días, estrangulando la mañana ya en sus primeras horas, a poco que te fijes notas que las gentes que transitan por nuestra Calle Mayor Principal, lo hacen bajo los soportales, a la sombra y el frescor de los mismos, o bien pegaditos a las fachadas de las casas en el lado de la calle que, dependiendo de la hora del día, se encuentra en sombra; y casi nadie lo hace por el centro de la calzada o por el otro lado de la calle donde el sol deja caer sus rayos con toda su fuerza.


Es técnica de supervivencia y para caminar más a gusto, simplemente.


Claro que, por ese hecho natural de caminar casi todos por ese lado en sombras de la calle, a veces llega a producirse algún que otro encontronazo de poca monta que no pudo evitarse.  Y máxime cuando el que más y el que menos va con la vista clavada en la pantalla del teléfono móvil, donde en ocasiones el esquivar al viandante de enfrente es un tanto imposible.


Así que, de esta guisa, te puedes topar un día con tu vecina del tercero izquierda, con la que apenas si cruzaste un par de palabras de cortesía en el ascensor, y que ahora, tras el topetazo sin remisión en la calle, el móvil se os cae al suelo a los dos y, al agacharos como un resorte a recogerlo, vuestras cabezas chocan también y se produce un cuadro cuando menos curioso; donde la palabra perdón surge de ambos.  ¡Anda!, si eres tú; ¡hala!, qué casualidad, si nos conocemos por habernos cruzado en el portal…


Y va surgiendo una pequeña conversación que se va entrelazando poco a poco para terminar, como era de esperar, con un café compartido en la cafetería de la esquina, que se hace anunciar en su luminoso con el nombre del “Reencuentro”.


Y como las casualidades ocurren más veces incluso que las que se piensan, en otra de estas ocasiones el azar puede querer que al atender una llamada en el móvil e ir distraído y concentrado en la conversación, no pudiendo esquivar a tiempo el sentido de la marcha del contrario, te topes de golpe con un antiguo compañero del tiempo del servicio militar que hacía años que no veías.


Y es que cuando el calor aprieta, ocurren también estas cosas.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 16/07/2025)

 

 


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