En este
miércoles, 9 de abril, y a punto ya de adentrarnos, calendario en ristre, en
las fechas que marcarán la próxima Semana Santa, el que más y el que menos
seguro que tiene ya pergeñado su pequeño o gran plan de vacaciones para estos
próximos días; más o menos extendidas en el tiempo dependiendo posiblemente del
número de ellos que cada cual disponga.
Y es que
estas vacaciones de Semana Santa, han terminado por convertirse ya en una
necesidad intrínseca por antonomasia para una mayoría de la población que, con
la disculpa tal vez de necesitar un descanso de unos días en su vida laboral o
quizás en la rutina diaria si no trabajan, se echan en brazos de una envolvente
aventura viajera que les lleva en esos días a salir a toda prisa de su
localidad habitual de residencia en pos de cientos de destinos por aquí y por
allá.
Así que,
estando ya prácticamente en la rampa de lanzamiento de esa semana de
vacaciones, no habrá carreteras suficientes casi para soportar el intenso
tráfico de vehículos que se producirá en estas próximas fechas, cara a los más
variados destinos, tanto cercanos en kilómetros como más alejados en tiempo y
lugar. Porque, al final, de lo que se
trata es de eso, de salir “pitando” carretera adelante.
Situación
que se repetirá también de manera pareja en aeropuertos y estaciones de tren y
de autobús, que verán cómo sus instalaciones aparecerán colapsadas por momentos
por cientos de viajeros con sus maletas rodantes al lado, buscando el medio de
transporte elegido para que le traslade al destino escogido. Serán mareas interminables de gentes
deambulando un tanto nerviosas por aquí y por allá hasta encontrar su asiento
en el avión, tren o autobús que le conducirá a su particular lugar de
vacaciones.
Y claro,
al final, llegados ya al lugar de destino, lo que menos importará durante los
próximos días será el encontrar aquello que en puridad se buscaba con el viaje:
el descanso en sentido estricto. Porque
la propia dinámica del lugar, quizás también la bondad del clima encontrado o
los múltiples atractivos del sitio elegido, lo que hacen es que los planes
cambien a la vista de las circunstancias.
Y tan felices.