miércoles, 30 de junio de 2021

Nuestro Cristo del Otero

 

                                                                            Foto (Internet)


Ahí es nada lo que lleva a sus espaldas nuestro Cristo del Otero –uno de los más altos del mundo-, que acaba de cumplir nada más y nada menos que 90 años de existencia entre nosotros, en su privilegiada ubicación sobre el cerro y dominando desde su emplazamiento todo el amplio valle donde se asienta la ciudad de Palencia y por donde discurre nuestro río Carrión.


A punto está, pues, de hacerse centenario, desde que el insigne escultor palentino Victorio Macho le imaginara y lo esculpiera en piedra, ubicándolo en un lugar tan emblemático y que tanto significa para Palencia y los palentinos.


Cien años casi, velando y protegiendo a los palentinos; como en otra parte de la ciudad, a ras de suelo ya, lo hace nuestra catedral, pero ésta muchísimo más mayor ya, puesto que acaba de cumplir como el que no quiere la cosa setecientos años de nada.  ¡Y tan moza que se la ve!.


Bien, pues pareciendo querer seguirle los pasos en eso de los años –aunque nunca pueda llegar a alcanzarla-, ahí sobre su cerro, vigilante y protector, se encuentra nuestro Cristo del Otero, emblema y marca de la ciudad por excelencia.


Y que, justamente, con este cumplimiento de años tan redondo, parece querer hacerse mucho más importante y más emblemático todavía para la ciudad de Palencia.  Dándose a conocer de una manera más directa y visible para todos y apostando por la posibilidad de acercarse todavía más a los visitantes, que ahora tendrán más fácil y cómodo el llegar hasta prácticamente sus pies haciéndolo en microbús incluso.


A la par, y queriendo resaltar mucho más la figura de su creador, el egregio escultor Victorio Macho, que descansa justo en la capilla excavada a sus pies, se ha potenciado también su museo allí existente, con nuevos elementos susceptibles de darse a conocer.


Es nuestro Cristo un buque insignia para los palentinos y visitantes, que cada día nos protege y bendice desde su privilegiada posición frente a la ciudad; un auténtico faro en medio de la noche, que cuando uno regresa a Palencia, a través de cualquiera de sus entradas, su esbelta figura es lo primero que divisa; y ya se siente contento.


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 30/06/2021)



 

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