miércoles, 6 de mayo de 2020

Un paso más

una especie de bálsamo curativo lo que hemos sentido al ver que, de pronto, nuestros espacios urbanos se llenaban de niños...








Aunque en nuestro diario actuar y en el ambiente en general, seguimos todavía luchando en primera línea contra los efectos perversos en nuestra sociedad del maldito coronavirus que nos trae a mal traer en pueblos, villas y ciudades, algo de luz se ha podido ver ya al final del largo túnel por el que estamos pasando; y ha sido como una especie de bálsamo curativo lo que hemos sentido al ver que, de pronto, nuestros espacios urbanos se llenaban de niños, alegrando con sus voces las mañana y las tardes a ráfagas de sonrisas, gritos y carreras que hemos comenzado a sentir tras largas semanas de silencio casi total.
 

Y es que con esta primera medida -a la que lógicamente le seguirán otras más-, hemos comenzado el largo camino de la llamada desescalada –una palabra que a fuerza de ser escuchada y verla escrita, va a terminar por ser incluida en nuestro diccionario-, una operación aquella, que se extenderá en el tiempo hasta poder ir recuperando una cierta normalidad de la vida.  Pero que, indefectiblemente, debe ser cubierta por etapas y con la ayuda inexcusable de todos.
 

Y volviendo al momento de la salida a la calle de los más pequeños, habría que decir, porque así ha sido ampliamente constatado que, a pesar de que en términos generales sí se observasen las reglas y las normas establecidas por las autoridades sanitarias a este respecto, hubo, sin embargo, bastantes ejemplos que parecían querer demostrar lo contrario, observándose incumplimientos varios de estas normas, lo que generó una cierta alarma; ya que el manifiesto incumplimiento advertido, aparte de perjudicar a los propios incumplidores, puede, de continuarse así, obligar a que se tenga que dar marcha atrás en esta apertura inicial y en las siguientes fases.
 

No se entienden muy bien, sin embargo, estas graves inobservancias así a bote pronto por esa parte de la población, cuando durante semanas nos hemos felicitado casi cada día por haber sabido llevar el confinamiento con ejemplar comportamiento.
 

Es de esperar que estos avisos sirvan para que se tome conciencia por parte de todos, ya que todos vamos en el mismo barco y, entre todos, tenemos que colaborar para que éste no se hunda.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 06/05/2020)

 

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