miércoles, 13 de mayo de 2020

Caminando en deportivos


Y en una situación así, quién era capaz de ponerle puertas al campo?...









Pues una semana más seguimos atravesando, por culpa del maldito coronavirus de marras, una crisis a todos los niveles manifestada, con especial incidencia en los ámbitos sanitario, económico y social, como jamás imaginábamos pudiese ocurrir, con repercusión incluso internacional, como bien sabemos, donde unos países se han visto más afectados que otros y, con el nuestro en concreto, ocupando los primeros puestos donde la crisis más ha impactado, desafortunadamente.
 

Si bien, tras el tiempo transcurrido y las medidas implementadas en todos los campos, lo que parece en estos momentos es que vamos avanzando bien hacia ese anhelado momento de la nueva normalidad tras la finalización por fases del confinamiento total al que hemos estado sometidos durante tantos días.
 

Y en ese sentido de la desescalada por fases de ese confinamiento –sigue en danza la palabra desescalada en cuestión-, cuyos beneficios venimos disfrutando ya, aunque sea a pequeñas dosis, a uno no se le puede pasar por alto el detalle vivido en nuestra calles estos pasados días –al igual que en casi todos los lugares de nuestro país-, respecto al número tan extraordinario de personas que, de pronto, se han hecho deportistas.  Algunos de pro, aunque una mayoría sólo por el hecho de caminar, de salir a la calle y sentirse libres.
 

Y es que no hay que olvidar de la situación que veníamos, de un riguroso confinamiento donde sólo era posible salir de casa para los actos más elementales, algunos determinados trabajos, las compras habituales en el supermercado y la farmacia y nada más; y así durante unas cuantas semanas seguidas.  Por lo que no es de extrañar que cuando se abrió esa posibilidad de poder salir a la calle en sus correspondientes franjas horarias, echamos de prisa y corriendo, quién más quién menos, la llave a la puerta de nuestras casas y salimos como una exhalación a las calles, inundando y desbordando aceras, calzadas, plazas, avenidas, parques, caminos y sendas, con un ansia de caminar y de huir hacia adelante pocas veces visto.
 

Y en una situación así, quién era capaz de ponerle puertas al campo?, porque los deportistas lo ocupaban todo dentro de su franja horaria.
 
 
 
(Publicada en el Periódico "Diario Palentino" el 13/05/2020)
       

 






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