miércoles, 10 de enero de 2018

Tiempo de vuelta



Tiempo de vuelta, pues, a los viejos y a los nuevos problemas que el día a día nos ha colocado en el camino
 
Pues así como el que no quiere la cosa –o puede que en algún caso sí que se quisiera, vaya usted a saber-, pasaron ya las fiestas de Navidad, con todo su brillo y colorido espectacular y único tocando a su final.  Y con un cierto grado de tranquilidad añadida en el ambiente; habida cuenta, claro está, de que en esos días los espíritus y las mentes parecen tornarse diferentes, se toman un respiro en sus quehaceres y ocupaciones habituales, a la par que los cuerpos se relajan, “huyendo del mundanal ruido y siguiendo la escondida senda…”, que dijera el poeta.

 Y ahora, tras lo anterior, vendrá la realidad pura y dura, atacando en los diferentes frentes abiertos tanto a la derecha como a la izquierda –sin que la expresión en sí tenga su connotación política añadida…-, o puede que sí; porque al fin de cuentas, todos los ojos estarán dirigidos en los próximos días hacia un lugar común de nuestra geografía patria: Cataluña, cuyo conflicto de intereses y demás tensiones abiertas, esperamos alcancen pronto una solución adecuada.


Tiempo de vuelta, pues, a los viejos y a los nuevos problemas que el día a día nos ha colocado en el camino. Y a toparnos con la cruda realidad, que siempre parece mostrarse tozuda en extremo. Y que muchas veces hasta pasea por nuestra Calle Mayor disfrazada de mil formas diferentes, lo que la hace irreconocible a ojos vista.
 

Pero tiempo de vuelta también para encarar nuevos retos personales, materializados en pequeñas metas que se van consiguiendo, con el correspondiente orgullo personal; para, a continuación, ir marcándote otras diferentes con la misma perspectiva de éxito personal; que si no llegara a producirse en su totalidad, fácilmente se entendería que no fue por no intentarlo, y que las circunstancias negativas y el contexto en el que se desenvolvieron frustraron la celebración final.  Para otra ocasión será, gritarán en su interior las personas llamadas a su ejecución.

 
Y tiempo de vuelta también para volver a organizarse cada cual en torno a una cierta normalidad en la sucesión de los acontecimientos y que estos fluyan con una clara regularidad.   
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 10/01/2018)

  

  

 

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