miércoles, 22 de noviembre de 2017

Avistando diciembre

Fotografía (Internet)
 
 
pareciera como si apenas tuviésemos tiempo para darnos cuenta del paso de los días, que nos son gratos de disfrutar... 
 
Sin apreciarlo tal vez en su conjunto, anda noviembre al final casi de sus días; porque liquidando esta semana, la próxima ya arrastra en su cuenta particular tres días que le toma prestados a su vecino diciembre para hacer completo el cómputo de los mismos.
 
Y como resulta que el último mes del año, entre puentes y acueductos de mayor o menor extensión en la sucesión de sus primeros días; celebraciones prenavideñas con  motivos varios, hondamente arraigadas ya en el acontecer personal y ocupando unas cuantas jornadas; vacaciones escolares por excelencia y remate de otras en el ámbito laboral; reuniones de amigos, compañeros de trabajo y familiares dispersos que se reencuentran en estas fechas en torno a una mesa; cuchipandas y merendillas de especial fraternidad en torno a bodegas y casas de campo de marcado significado; preparativos, en fin, de todo orden con vistas a las celebraciones centrales de la Navidad...; pareciera como si apenas tuviésemos tiempo para darnos cuenta del paso de sus días, y los dejamos correr como si estuviésemos metidos en una burbuja de irrealidad, pero que nos son gratos de disfrutar.
 
Y es que con la ciudad metida ya en la preinstalación, o instalación en toda regla incluso, de los primeros adornos y luces ornamentales que darán vistosidad a la Navidad, el Portal de Belén en plena construcción artesanal en medio de nuestra Plaza Mayor, decorados todos los escaparates con adornos alusivos a las próximas celebraciones festivas, el famoso anuncio sobre la lotería en televisión recordándonos a cada paso el evento del sorteo millonario del 22 de diciembre..., como que las ganas de unos y de otros a que esos días lleguen más pronto que tarde para gozarlos y disfrutar con toda su carga de magia añadida para grandes y pequeños, se multiplicasen de pronto ante tantas señales externas.
 
Incluso muy de mañana, algo tan habitual y tan lleno de vida, como es el griterío de los pájaros que comienzan a desperezarse con las primeras luces desde la todavía espesura de los árboles del parque, pareciera estos días como si sonase con una intensidad superior al de mañanas pasadas. 
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/11/2017)
 
 
 
 



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