miércoles, 16 de septiembre de 2015

CERRANDO EL VERANO

                                            
                                                                  Foto de Internet


Con los últimos estertores del verano ya a punto en el calendario, aunque quizá fuera mejor decir “coletazos”, por resultar menos contundente esta palabra y tratar así de extender aquel, al menos en el deseo y sobre todo sus efectos, algunos días más allá de los que le son propios, pensando en que, acabado éste, nos quedará un largo camino por delante hasta que llegue el siguiente; uno no puede por menos que mirar hacia atrás con una cierta añoranza. 

Bien es cierto que todavía nos será dado el poder disfrutar por aquí del otoño que, sobre todo en sus primeros días, suele mostrarse por estas tierras “de pan llevar” –que dijera el poeta-, bastante generoso y bonancible en cuanto a su temperatura ambiente en buena parte de la jornada.

A la par, los que pudiéramos llamar últimos veraneantes de la provincia andarán estos días de partida de muchos de nuestros pueblos, cerrando a condición sus casas para otra temporada, al finalizar en el mismo tiempo su período de vacaciones estivales. 

Y lo harán con la vista y el pensamiento puestos en la que será su próxima escapada hasta esta su tierra que les viera nacer y que ahora dejarán atrás nuevamente, seguro que con una cierta pena, aunque con la satisfacción de haber convivido con sus convecinos durante unos cuantos días de grato recuerdo.

Aunque aún no quedarán vacíos de foráneos nuestros pueblos en su totalidad, porque habrá visitantes que pospongan su partida algunos días más, justo hasta que finalicen algunas de las fiestas más tardías en el calendario y las últimas romerías esparcidas por la provincia bajo diversas advocaciones marianas, que gozan de gran atractivo y congregan en su celebración a muchos de los habitantes de la comarca.

Luego ya sí, sin ninguna posible disculpa más, hasta los más rezagados abandonarán este marco rural tan particular hasta una próxima visita, que esperan no se dilate demasiado en el tiempo porque, en el fondo, aman a su tierra y sienten una especial “morriña” cuando se encuentran alejados de ella durante mucho tiempo.
 
Y tras su obligada marcha, en el lugar volverán a quedarse los de siempre…Y serán ellos y sólo ellos los que permanezcan al frente de su realidad de cada día en sus tierras y alrededores; hasta que otro evento en el calendario vuelva a servir de llamada y se repita el mismo episodio viajero.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 16/09/2015)
 
 

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