Pues ya ven, a la de tres prácticamente, como aquel que dice, hemos
empujado todos en una misma dirección y ya hemos cambiado de mes, ya estamos en
octubre. Será acaso, entre otras cosas,
por aquel refrán que dice aquello de que “cuando en septiembre acabes de
vendimiar, ponte enseguida en octubre a sembrar”, que se ha pasado de uno a
otro mes sin solución de continuidad casi, sin desperdiciarse ni un solo
segundo, pero con los cinco sentidos puestos y siempre en ello. A fin de cuentas, qué es la vida, sino un
continuo pasar y pasar, que dijera el poeta.
El caso es que desde el pasado 22 de septiembre estamos ya en otoño, una
estación que por aquí, por Castilla y, en concreto, en Palencia, suele resultar
bastante agradable de sobrellevar, o como dicen los más valientes y atrevidos:
“El otoño en Castilla es una maravilla”, quizá tratando de emular ese otro
dicho que asevera que “en Sevilla la lluvia es una maravilla”.
Y como, por aquí, resulta que octubre es un mes propicio para las faenas
agrícolas, dicen los más sabios del lugar que “en octubre, toma los bueyes –en
estos tiempos el tractor- y tu tierra cubre”.
Que luego, “hacia el Pilar comienza el tiempo a cambiar”, y ya no hay quien
haga vida de la tierra. Bueno, esta
última coletilla no sé si será cierta al ciento por ciento, por lo que
convendría matizarla; porque es sabido que los campos requieren también su
tempero para poder realizarse en ellos las labores que correspondan. Y las
lluvias, las temperaturas varios grados hacia abajo y demás fenómenos
atmosféricos de estas fechas, tienen que ver mucho con esa estabilidad de los
terrenos para las posteriores faenas agrícolas.
Eso sí, de colorido más que variado y de vistosidad sugestiva, rica en
matices y tonos a un simple golpe de vista, bien puede presumir el otoño por
estos lares; a la par que de temperaturas suaves y aptas todavía para el
paseo. De ahí quizá esa expresión un
tanto sublimada, antes mencionada de que “el otoño en Castilla es una maravilla”…
Porque, de otro lado, hablar de “otoño caliente”,
atendiendo a una expresión adoptada en el ámbito político y sindical para
manifestar una cierta dosis de inconformismo con una determinada política
social de quien gobierna, es algo que, por razones obvias, se escapa al contenido de estas
líneas.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 02/10/2013)
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