miércoles, 14 de mayo de 2025

Cerró el Trompicón

 


Coincidiendo con el final de esta pasada Semana Santa, cuando ya nos disponíamos a retomar la rutina de los días por estos lares, una noticia saltó de pronto a los medios de comunicación locales y se extendió como la pólvora de Norte a Sur y de Este a Oeste.  Para convertirse en, destacada no, lo siguiente.  Porque todo el mundo en el ámbito provincial comenzó a hablar de ella, poblándose las redes sociales de una increíble cantidad de comentarios alusivos a la misma, que desbordaban cualquier previsión al respecto.

 

Porque ocurría que nuestro querido Bar Trompicón de la capital, popularmente conocido también como el “marrano” o el “guarro” por varias generaciones de palentinos, echaba el cierre.  Y lo hacía por falta de relevo generacional después de 65 años de servicio ininterrumpido a la sociedad palentina en ese ámbito de la hostelería.


Y eso no era cualquier cosa al uso, porque sentimos como que nos quitaban algo muy nuestro.   Y es que, el que cerrase el Trompicón no era “moco de pavo”, no era una noticia más a unir al resto de las decenas de establecimientos de este tipo que vienen finalizando su actividad en los últimos tiempos en nuestra capital. 


Porque cerraba un bar de referencia para varias generaciones palentinas, donde a cualquier hora del día podías tomarte un apetitoso bocadillo de panceta así en plan sencillo, o también con doble contenido de su materia prima, aderezados con su salsa especial; una exquisita tortilla de champiñón al estilo propio; un bocadillo de chorizo o morcilla, entre otras “delicatessen más”, siempre elaborados en su plancha de amplia solera.


Y todo ello, paladeado por varias generaciones de palentinos que en el Trompicón hicieron su habitual “estación de penitencia” para alimentar su cuerpo al caer la tarde o con la noche ya vencida, y proseguir luego con la diversión a calle llena.


Así que con todo ello, la emoción y la nostalgia de cada cual saltó de pronto por los aires, recordando tantas tardes y tantas noches con amigos o familiares acudiendo al Trompicón para degustar alguna de sus exquisiteces; y a precios muy económicos, claro; lo que contribuyó sin duda a hacerlo también más popular.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 14/05/2025)

 


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