miércoles, 27 de noviembre de 2024

Valencia, un mes


 

Cuando va a cumplirse ya un mes de la tragedia de Valencia como consecuencia de la gran riada del pasado 29 de octubre que sepultó materialmente una buena parte de algunas de sus poblaciones, ocasionada por la terrible DANA que tuvo allí su epicentro, descargando en muy poco tiempo ingentes cantidades de agua, y de los efectos tan trágicos que ocasionarían las consiguientes inundaciones, habría que decir que aún continúa la pena y la tristeza instaladas en el rostro de todos nosotros.


Ahora, pasado ya ese mes, entre críticas feroces de unos contra otros a nivel político –gobierno de la Comunidad contra gobierno central y viceversa-, haciéndole culpable el uno al otro y el otro al uno, de la magnitud final de la tragedia por no haber puesto en marcha los mecanismos establecidos para este tipo de catástrofes, la situación de las personas y de las poblaciones afectadas, parece irse arreglando poco a poco, al menos en lo más elemental.  Porque habrán de pasar muchos meses para poder llegar a recuperar una medio normalidad de la situación.


Y es que, tal y como se ha demostrado y denunciado públicamente, se tardó mucho en actuar contundentemente y con firmeza contra los efectos de la riada por parte de las autoridades, enviando tardíamente y no con el suficiente número a personas y maquinaria para atender la catástrofe desde sus inicios. 


Pues bien, tras este mes transcurrido, algunas conclusiones al respecto parecen deducirse fácilmente de la información que se ha ido produciendo día tras día.  Y la primera parece clara, que se actuó más bien tarde en cuanto a la emergencia, a la vista de lo que estaba llegando.


La segunda conclusión que se podría extraer, sería que, una vez declarada la alarma y la excepción de la situación, no se enviaron a continuación el número suficiente a todas luces de efectivos y material necesarios, fueron llegando a cuenta gotas y escasos en número.


Y la tercera, que los voluntarios que acudieron prestos a ayudar, serían los que en principio salvaron y tiraron de la situación.  Por lo que no se ha dejado de escuchar aquello de “solo el pueblo salva al pueblo”.   ¡Vivir para ver!.


 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 27/11/2024)

miércoles, 20 de noviembre de 2024

De sorpresa en sorpresa

 

Si ya de por sí, de un tiempo a esta parte el ejercicio de la política de los partidos políticos en nuestro país se estaba devaluando –y ¡hasta qué límites!-, el mazazo recibido en nuestra sociedad estos días con motivo de salir a la luz las agresiones sexuales hacia una mujer –y probablemente hacia varias más-, por parte de un peso pesado del arco parlamentario de nuestro país, ha sacudido como un auténtico terremoto hasta los más bajos cimientos de la política.  Y proveniente, precisamente, de quien en sus discursos decía erigirse en auténtico adalid de la defensa de las mujeres en ese terreno.


Porque, si no eran suficientes los casos atípicos que vienen envolviendo al mundo de la política en los últimos tiempos –tipo corrupción, privilegios, favoritismos, descalificaciones personales, etcétera -, que cada día y a cada hora casi no resulta ser otro el tema que arrasa en nuestro Parlamento, en las tertulias de los medios de comunicación y en nuestras hogares; así como en las conversaciones de calle entre amigos y conocidos, salta ahora a la palestra este escándalo de las agresiones sexuales hacia una mujer por parte de un político que tenía justamente como máxima en su discurso y en el programa de su partido la defensa y la lucha contra las agresiones sexuales y maltratos hacia las mujeres en todos los ámbitos de su vida.


El asunto es para llevarse las manos a la cabeza y echarse a temblar, porque no resulta menor, ni mucho menos, antes al contrario. 


Que ya es bien triste que el asunto, por su trascendencia se lleve de calle cualquier pensamiento y discurso en positivo sobre este tema de defensa del feminismo, cuando luego en el aspecto personal no se obra en esa misma dirección, sino todo lo contrario.  Como para creerse y seguir según qué discursos…


No sé, pero a veces, ante tanto desaguisado y tan intrincado mundo de la política como el que estamos viviendo, dan ganas hasta de tirar la toalla y decir aquello de “que gobiernen otros…”.


Porque la cuerda no parece se pueda estirar ya más, de lo retorcida que está.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 20/11/2024)


miércoles, 13 de noviembre de 2024

En la recta final

 


Ahora que andamos enfilando ya casi casi la recta final del año –porque pasando esta segunda quincena de noviembre, diciembre, con sus “puentes” y sus celebraciones festivas, será visto y no visto-, quizás nos venga a la mente aquellos deseos tan sinceros de paz, progreso y bienestar para todos, que pronunciábamos por doquier en nuestros brindis de bienvenida al año nuevo, a éste 2024, nada más y nada menos.


Pero como hemos visto a lo largo de los meses pasados, no ha podido ser el ver cumplidos estos deseos; antes al contrario, han quedado trastocados y hasta desbaratados por todas las esquinas, llegando incluso a límites difícilmente imaginables en los tiempos que corren.  Porque, lo de la DANA de Valencia no tiene nombre.


Y, ¡lo que se han complicado todas las cosas!.   Tanto a nivel mundial, con esas tensiones geopolíticas y esas interminables guerras de Rusia y Ucrania o de Israel y Palestina e incluso Líbano e Irán; como ha ocurrido también aquí en nuestro país, a nivel más cercano y que tan bien conocemos, en el aspecto político y de gobernanza del país.   Porque, últimamente, cada día nos venimos acostando con la misma cantinela, y nos levantamos al día siguiente con una muy parecida, o si, acaso, corregida y aumentada en cuanto a términos absolutos y de implicación de más personas.  Y sin visos prometedores de tener un arreglo de manera inmediata, tanto en el orden internacional como en el nacional.


Porque, en el caso de nuestro país, la crispación política es de tal calibre que cada día parece romper nuevas barreras; con lo que gobernar en sí y sacar adelante nuevas leyes por y para la ciudadanía en general, aumentando su bienestar y protegiendo sus derechos, cada día va a menos. 


Por lo que ya nadie habla de grandes proyectos nacionales sobre los que pueda discutirse y sacar adelante en el Parlamento; sino que cada día las sesiones en esta Institución se convierten en un continuo lanzarse insultos e improperios los unos para con los otros, sin nada claro que negociar al final de estas sesiones parlamentarias.


Y los ciudadanos lo estamos sufriendo con cara de asombro desde hace bastante tiempo ya.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 13/11/2024)


 


miércoles, 6 de noviembre de 2024

De puente a puente

 


Pasado ya este deseado y archiconocido “puente” de Todos los Santos, y una vez regresados a la acostumbrada actividad de cada cual, lo próximo que tendremos en mente en este mismo sentido, sería pensar ya en el próximo “puente” –eso sí, sin que nos lleve la corriente-; en esta ocasión con motivo de las celebraciones del Día de la Constitución y de la festividad de la Inmaculada Concepción, a un mes vista.


Porque seguro que serán muchas las personas que, a partir de ahora, pensarán en ello durante estos próximos días y harán sus planes de rigor para poder embarcarse, pongamos en alguna aventura exterior, en algún viaje tal vez de interior o acaso fuera de sus propios límites territoriales.  Puesto que lo que se persigue en esencia es cambiar de rutina y de modo de hacer durante unos cuantos días. 


Claro que, por la cercanía que estamos ya de las próximas fiestas navideñas, esto último no sería más que un ensayo cara al gran puente –éste de muchos ojos, el mayor puente de todos los puentes del año- coincidiendo con las festividades de la Navidad y del Año Nuevo.


Así que ahí andará el personal, haciendo cálculos e ingeniándoselas con el fin de cuadrar los días del calendario para adecuarlos a sus preferencias o necesidades a cubrir en este sentido.


Y es que siempre van a ser muy bien recibidas estas pausas de algunas fechas de descanso en el orden correlativo y rutinario de las jornadas diarias de trabajo, invariablemente con la puntualidad a pie de tajo y metidos en una rutina a ultranza de los días, que les va haciendo pesados y aburridos por demás.


Así que démosle tiempo al tiempo, que él nos colocará en la senda elegida para pasar esas fechas que hemos acordado llamar “puente de la Constitución”.   Y aprovechémoslas según la opción elegida por cada cual.


Eso sí, al regreso de las mismas, lo más probable es que nos vayamos a encontrar con la ciudad un tanto cambiada y llena de luces de los más vistosos colores.   Porque, si ojeamos el calendario, nos encontraremos con que la Navidad anda ya pidiendo paso a nuestro alrededor.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 06/11/2024)