Estamos ahora mismo en plena canícula veraniega,
cuando en cualquiera de los años dejados atrás –menos en los que la pandemia
nos hizo cambiar los planes-, estaríamos por aquí y por allá disfrutando del
verano a pierna quebrada, cada uno en el lugar de vacaciones que le fuese más
propicio y, por cura terapéutica, desconectados en buena medida de la
actualidad nacional e internacional.
Y decíamos en cualquiera de los años pasados, porque
en éste no está siendo lo mismo. Y menos
cuando estamos a cuatro jornadas tan solo, con sus días y con sus noches eso
sí, de que llegue el tantas veces nombrado día D –el domingo 23 de julio- y
tenga lugar el momento de acudir al colegio electoral para depositar nuestro
voto cara a la formación del gobierno nacional que rija nuestros destinos
durante los próximos cuatro años.
Y claro, el que esto ocurra en pleno verano, ha sido
el motivo por el que este año no hayamos podido descansar todavía y desconectar
un tanto de la actualidad del día a día de nuestro país. Porque el continuo bombardeo de información
que nos va llegando y el hecho de tener que estar atentos a los últimos
acontecimientos y realidades que van surgiendo, con el fin de poder tomar una decisión
más acertada en uno u otro sentido, son motivos suficientes para no haber
desconectado todavía del día a día habitual.
Y más en estos últimos días de campaña electoral,
cuando puede que los votos de los últimos indecisos que han esperado hasta el
último momento para hacer su elección, puedan inclinar la balanza final hacia
uno u otro lado. Y eso es de vital
importancia cara a cómo serán los próximos cuatro años; claro que si no se
producen acontecimientos inesperados de grandes magnitudes y situaciones
imprevistas de gran calado, que den al traste con las perspectivas manejadas al
día de hoy.
A lo que habría que añadir el hecho de que el panorama
internacional anda también revuelto en extremo.
Y en una posición económica y social tan globalizada como la que
tenemos, sabemos que lo que pase en una punta del globo terráqueo, de inmediato
se transmite al resto del mismo. Y ahí,
estamos también nosotros.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 19/07/2023)
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