miércoles, 7 de abril de 2021

Y, llegó abril

 

Foto (Internet)

Luego de la lentitud casi pasmosa con la que pareciera haber transcurrido marzo, quizás porque muchos habíamos puesto la meta un tanto alta en los días de Semana Santa y pronto nuestros planes de evasión se vieron desbaratados como consecuencia de las restricciones impuestas en todo el territorio debido a la pandemia que venimos padeciendo; llega el mes de abril –el de “las aguas mil”- con la primavera instalada ya plenamente en nuestras vidas, el horario solar adaptado a la normativa aprobada, los días cada vez con más luz, la campaña de vacunación contra el coronavirus avanzando; y a uno se le antoja que este mes puede resultar algo más agradecido en positivo que lo fuera el anterior de marzo.  A pesar de que se siga sin poder acudir a los campos de fútbol, sigan suprimiéndose reuniones masivas, convenciones, congresos, fiestas, romerías y demás eventos que puedan entrañar un cierto peligro en la salud de las personas debido al virus de marras.


Claro que esto en el aspecto digamos más frívolo y un tanto tocante al sentimiento individual de la situación, porque si pasamos a otros terrenos, como pueda ser el político que ahora mismo tenemos entre manos, ahí ya sí que el escenario pacífico se desmorona a grandes trozos, cuando tenemos lo que tenemos y cada día surge algo que complica todavía más lo anterior.


Hasta tal punto, que la capacidad de asombro de los ciudadanos no parece estancarse ni un tanto así, al tener que asistir cada día a una nueva entrega, más complicada si cabe, que eleva el termómetro de las sorpresas unos cuantos grados más.


El caso es que abril está ya situado entre nosotros con sus más y sus menos; y bien pueda ser frío, caluroso o tibio, que de todo habrá entre sus días, sería de desear que, a su término, en esto de la pandemia nos dejase situados ya en unos estadios un tanto altos, con una buena parte de la población vacunada ya, otra perfilada en cuanto a fechas inmediatas y los siguientes grupos prestos también a ello; por aquello de acotar cuanto antes la propagación del virus y con la mirada puesta en ese porcentaje mágico del setenta por ciento llegado el verano.


(Publicado en el Periódico "Diario Palentino", el 07/04/2021)



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