miércoles, 16 de octubre de 2019

Tiempo de vendimia

Cuando niños, en la casa familiar, este momento de la vendimia estaba cargado de un cierto halo de magia...








Es lo que toca ahora en algunos de nuestros campos, la tarea de vendimiar, recolectando las uvas en su mejor punto de sazón para luego poder producir unos caldos de agradable textura y exquisito paladar que, pasado su tiempo de maduración en la bodega, podremos degustar luego en casa, en el bar, en el restaurante; formando parte indiscutible de todo tipo de celebraciones festivas de nuestro día a día.
 

Así que si nos asomamos a algunos de estos campos repoblados de vides, podemos encontrarnos en estos días con cuadrillas de vendimiadores afanándose en esta noble, pero a la vez pesada tarea, entre hileras interminables de cepas, arrancando los racimos de uva de manera repetitiva, llenando cientos de cestos con el fruto, que luego llegarán hasta la bodega, donde comenzará un proceso más o menos largo –dependiendo del tipo de producto final que se quiera obtener-, y cargado también de un cierto misterio o magia en el momento de la fermentación, aunque la ciencia se ha ocupado de darnos la respuesta adecuada.
 

Mucho han cambiado estos momentos de la vendimia a lo largo del tiempo, pasando desde la recolección familiar a pequeña escala y en cada casa en los núcleos de población rurales, que abarcaba todo el proceso de elaboración del vino, hasta estas grandes cooperativas actuales con grandes explotaciones vinícolas, que han cambiado prácticamente en su totalidad la forma de entender la producción de vino y su distribución, lo que ha repercutido también en la creación de una nueva cultura del vino, con todo un mundo por descubrir en torno a él y con verdaderos expertos en la materia.
 

Cuando niños en la casa familiar, este momento de la vendimia, casi siempre en torno a la festividad del Pilar, estaba cargado de un cierto halo de magia a la par que de realidad, cuando veíamos que en la casa se iniciaban los preparativos para la vendimia.  Claro que ya con anterioridad, y con la disculpa de amedrentar o intimidar a los tordos, que eran capaces de hacer verdaderos estragos en la cosecha de uva, habíamos visitado la viña unas cuantas veces y nos conocíamos casi de memoria las cepas con las uvas que más pronto habían madurado aquel año.
 
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 16/10/2019)
 

  

 

 

 

 

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