miércoles, 30 de mayo de 2018

Por si era poco...




...en otros aspectos de la vida pública, estamos viendo cómo las aguas bajan mucho más revueltas hoy que ayer.



Ahora que –una vez cumplida su misión, cabría entender que con un cierto éxito-, mayo está a punto de escaparse de nuestros dominios calle abajo hasta perderse en la sima de los meses transcurridos, dejando tras de sí, seguramente, un poco de todo a nuestro alrededor; esto es, algo desfavorable y antipático, todo cabe, pero quizás también mucho bueno y provechoso, según y conforme; dependiendo en realidad en gran parte de las expectativas que cada cual puso en el transcurrir de sus días y que al final habrá visto si se cumplieron o no; pareciera que por fin hubiésemos dejado atrás definitivamente al largo y peliagudo tiempo de invierno, si bien el orden lógico de las estaciones nos indicase hace ya un tiempo que iniciábamos el turno de la primavera.
 

Aunque lo cierto y real, es que ha sido en este mes de mayo cuando parece que, por fin, nos hemos ido despojando –prendas de vestir en primer lugar-, del encorsetamiento al que la rutina de los días nos habían ido avocando casi sin remisión, a la vista del mismo paisaje, árido, frío y repetitivo a más no poder; y saliendo de las garras del crudo y perezoso tiempo invernal. Y así, con una tónica bastante parecida un mes tras otro, desde que abandonásemos –allá por el plácido septiembre-, el verano de nuestros chapuzones y nuestras conquistas junto al mar.
 

Claro que, en otros aspectos de la vida pública de nuestro día a día, pareciera que, a pesar del tiempo transcurrido, no hubiésemos salido todavía del túnel negro y oscuro en el que los momentos del pasado y las circunstancias sobrevenidas nos metieron de cabeza; y, por contra, estuviésemos todavía a años luz de la resolución de un sinfín casi de conflictos de orden social y político con los que andamos peleándonos desde hace algún tiempo.
 

Y, en este sentido y para enciscar más la situación, estamos viendo cómo las aguas bajan mucho más revueltas hoy que ayer –haciendo buena la famosa ley de Murphy-.  Y más que lo harán, reconocen unos y otros –políticos y gente común de la calle-, tras los últimos movimientos que se están produciendo en el ambiente político del país.  Por si era poco lo que teníamos.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 30/05/2018)
 

 

 

 

 

 

 

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