miércoles, 4 de octubre de 2017

De sequías extremas




Que ni los más viejos del lugar dicen recordar haberlos visto así de esta guisa...



Mientras esperamos de manera impaciente y llenos de preocupación la llegada de las lluvias, rogando encarecidamente a los cielos que las nubes se abran a condición y dejen caer agua en abundancia por doquier, para que se rieguen nuestros campos sedientos y casi casi agonizantes, y se abastezcan nuestros pantanos a base de bien, que se encuentran realmente bajo mínimos extremos –aparte de aquello de limpiar la atmósfera de contaminación-, el tiempo otoñal de estos días parece estar queriendo decirnos lo contrario.  Esto es, que de lluvias abundantes y generosas, de momento nada de nada. Ni un principio de ellas tan siquiera.  Ni un amago de las mismas parece vislumbrarse en el horizonte próximo de nuestra provincia, a decir de los meteorólogos.


Y así están nuestros campos de secos y resquebrajados por mil sitios los terrenos que les dan soporte, esperando la venida a estas tierras nuestras del agua que las reconforte y permita proseguir con las faenas agrícolas, que ya se están necesitando ejecutar.
 

Y así de escasos de agua se muestran también nuestros embalses del norte provincial, dejándonos al descubierto sus entrañas más profundas en plena superficie caminable a lo largo y a lo ancho de varios kilómetros a la redonda; en otro tiempo no muy lejano, cubierta totalmente de agua mirases por donde mirases, semejando verdaderos mares de interior y augurando unas reservas del líquido elemento disponibles para todo uso aguas abajo.
 

Que ni los más viejos del lugar dicen recordar haberlos visto así de esta guisa, tan mermados de agua y con los restos de las edificaciones de las poblaciones que inundaron sus aguas a flote y visitables a pie mismo de ruina. Sacando a relucir, incluso, algún que otro puente de piedra o iglesia de un cierto valor artístico derruidos por la acción del agua durante tantos años.

Eso sí, restos antiguos convertidos ahora en un cierto reclamo turístico sobrevenido, que los noticieros de televisión no cesan de citar en sus informativos de actualidad, con imágenes realmente impactantes del antes y el ahora de la mayoría de nuestros pantanos.  Pues la sequía extrema en la tónica general de nuestro país en estos momentos.
 

La necesidad es manifiesta a todas luces.  Así que habrá que impetrar, pues, con ahínco a los cielos para que la lluvia se nos muestre propicia con carácter urgente.
 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 04/10/2017)
 
 

 

 

 

 

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