miércoles, 31 de agosto de 2016

PALENCIA, ¡ESTÁ DE FIESTA!



Estos días, bulle la ciudad cada tarde, de punta a punta y de esquina a esquina de la misma, metida en fiesta como está, como estamos todos nosotros. Y en fiesta mayor, además; como si fuese la madre de todas las fiestas, como si hubiese prisa por divertirse…

Que no hay espacio urbano que estos días no se vea concurrido por un público deseoso de encontrarse al revolver cualquier esquina, con actividades novedosas que le hagan detener su paseo; actuaciones inesperadas a pie de calle que conciten el interés general y se forme presto un amplio grupo de gente en su derredor; músicas alegres y desenfadadas que de pronto irrumpen en la calle por la que se transita y hacen la delicia del respetable que, hasta incluso, baila sus ritmos una y otra vez…; emociones nuevas, en fin, que te hacen vivir momentos de relax y de desconexión de la realidad cotidiana de la que, precisamente, se quiere huir durante estos días.

Porque eso son los sanantolines por aquí, días de desfile de peñas y charangas dejando oír unas músicas por todos conocidas, que invitan a ser tarareadas a voz en grito y a mover el cuerpo a su paso; tardes de toros entre ¡olés! y ¡bravos!, suspiros y emociones contenidas, abucheos y caras de decepción a veces; agitar de pañuelos, aplausos y gritos de ¡torero, torero! en ocasiones varias, teniendo como marco nuestra plaza de Campos Góticos.

Noches de tapeo a pie de calle, en familia, en pandilla o en grupo de amigos, degustando algunas de las muchas tapas que se nos ofrecen vistosas y exquisitas ellas, y “regadas” con generosidad con algunos de los caldos de los muchos que se proponen como perfectos acompañantes para la ocasión, mientras a la par van surgiendo mil y una conversaciones, en plan amigable y distendido.

Espectáculos de música al aire libre, con artistas de calado, de renombre y de máxima actualidad en el panorama musical; seguidos de verbenas en plan más relajado y festivo, si cabe, hasta altas horas de la madrugada.
 
Paseos hasta el real de la feria para encontrarse y disfrutar de las atracciones de siempre, modernizadas un tanto en cuanto a presentación actual, así como para descubrir aquellas otras que, entremezcladas con las anteriores, sobresalen por su novedad y poder de
convocatoria. 
Eso, y mucho más que, para sentirlo, hay que vivirlo en primera persona y a pie de calle, en familia o con amigos, pero en la calle.
 
¡Felices sanantolines!.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 31/08/2016)
 
 

miércoles, 24 de agosto de 2016

Hablando de turismo

 
Foto (Internet)
 
 
Qué duda cabe que en estos tiempos que corren, habida cuenta de las facilidades que existen para que las gentes se desplacen con rapidez de unos lugares a otros, las instituciones responsables del turismo en cada municipio, provincia o Comunidad Autónoma, tengan como preocupación muy presente el fomentar las visitas de los turistas a sus respectivos lugares, tratando de poner en valor cualquier atractivo original de que dispongan; esto es, potenciar el turismo por todos los medios a su alcance, conscientes de la relevancia que éste tiene para revitalizar en todos los aspectos su localidad o su Comarca.
En este sentido, Palencia no es una excepción en esta faceta, y las instituciones responsables de su conservación y fomento, no cesan en su empeño de alumbrar ideas capaces de “vender” en mayor grado nuestras excelencias turísticas –donde caben tanto las sugerencias paisajísticas, como las arquitectónicas, artísticas y culturales, o las gastronómicas-.
Y es ahí donde, si nosotros, conocedores de lo mucho y variado que tanto nuestra capital como nuestra provincia pueden ofrecer al visitante, somos capaces de difundirlo también entre nuestros amigos y conocidos, vía por ejemplo redes sociales -tan de moda en estos tiempos-, habremos hecho también una importantísima labor de promoción de lo nuestro.
Porque, bien mirado, podemos ofrecer al visitante un poco de todo lo apuntado anteriormente: tenemos arte, arquitectura y cultura, con esas extraordinarias muestras de arte románico; aguas interiores por las que pasear en barco; paisajes de montaña y valles de espectacular hermosura; mosaicos romanos de fastuosa belleza dignos de admirar; gastronomía propia que saborear….
 
Eso sí, nos persigue quizás un hándicap en el aspecto negativo; y es que, hoy por hoy, puede que no dispongamos de una verdadera seña de identidad de renombre universal en este aspecto, que aglutine todo ello y nos pueda identificar y determinar rápidamente a la hora de que el futuro visitante se fije en nosotros. Aunque tengamos, eso sí, todo un conjunto muy vistoso de realidades turísticas, como queda dicho, por las que se nos pueda distinguir en determinados lugares o espacios territoriales; pero que su promoción choca o corre pareja con la que otros hacen de lo suyo; y la competencia resulta feroz en este aspecto. Así que habrá que insistir en la promoción por todos los medios posibles, innovando si cabe, o sobre todo. 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 24/08/2016)

miércoles, 17 de agosto de 2016

DANZA EL AGUA CADA AMANECER



Cada nuevo día de este verano que amanece -muy de mañana, eso sí-, cuando apenas si han colocado las calles retiradas durante la noche –según cuenta la ocurrencia popular-; y con la frescura de esas primeras horas de la mañana pegada todavía al cuerpo, en muchos de los jardines de nuestra ciudad parece producirse una especie de baile mañanero de unos cuantos quilates y, sobre todo, refrescante para el césped, protagonizado por unos aparatejos que irradian agua a presión y giran y giran sin cesar en círculo sobre sí mismos, entremezclándose entre sí en alegres y alocados encuentros el agua a presión que lanzan unos y otros en una y otra dirección. 

Pero que en ocasiones, extienden también su acción refrescante hacia quienes en esos momentos, ajenos a la situación y a la pista donde se ejecuta el baile, transitan por las aceras próximas y no se muestran muy duchos a la hora de esquivarlos para evitar una pequeña ducha mañanera.  O tal vez sortean uno, con el consiguiente regusto dulzón por el sabor del triunfo así a cuerpo gentil; pero no el siguiente, ni el que está un poco más allá y que extiende su acción hasta esa misma acera de manera inadvertida.  Y todo el gozo en un pozo, porque el resultado final es que no se libran del chapuzón mañanero a destiempo y sin buscarlo.

Estos aparatejos, digámoslo ya, aunque es seguro que quedaron debidamente identificados con la descripción anterior, no son ni más ni menos, que los “graciosos”, y traviesos a un tiempo, aspersores que, colocados estratégicamente a todo lo largo y ancho del jardín, inician a esa hora de la mañana de manera coordinada, su acción benefactora sobre el césped que el sol recalentó y secó durante la jornada anterior.

Y así, con el ceremonial en parecidos términos, ocurrirá cada día en cada uno de los espacios verdes que la ciudad pone a disposición de sus habitantes para que éstos encuentren en ellos horas más tarde, la paz, la calma, el frescor y el descanso buscados, huyendo de la canícula del exterior.
 
Pero ajenos por completo a esta especie de baile mañanero de los aspersores que se produce muy a primeras horas, cuando todavía la ciudad duerme y son muy pocos los que caminan por ella y pueden presenciar esta especie de danza ritual del agua a presión en una y en otra dirección; con el riesgo, eso sí, de verse salpicados en algún momento no especificado si no se está presto al paso del baile.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 17/08/2016)
 

miércoles, 10 de agosto de 2016

ES VERANO, QUE SUENE LA MÚSICA




Que el verano invita a salir a la calle como en ninguna otra estación del año, es evidente. Y que, al atardecer, las terrazas de los bares y cafeterías de la ciudad, están repletas de gentes que no aspiran sino a poder deleitarse con la agradable temperatura que en esos momentos se disfruta a pie de calle, al frescor que a esas horas proporciona la tarde, y sobre todo la noche que ya anuncia su llegada, es también indudable.

Contribuyendo de esa guisa a que el ambiente de la ciudad en esos momentos del verano adquiera un carácter de dimensiones considerables; y, así, con ese hilo conductor, hasta bien entrada la madrugada; especialmente durante los fines de semana.

Pues bien, en consonancia con ese contexto que vive la ciudad en esas horas tan especiales y de claro relax ciudadano, ha surgido este año un programa de conciertos de música de diversos estilos en torno a estas terrazas, que ayudará aún más a que estos espacios de convivencia y relaciones sociales alrededor de los bares –ya dice la canción aquello de “¡bares, qué lugares…!”-, alcancen todavía mayores proporciones, contando con este inigualable poder de convocatoria que tiene la música.

Así que en esos días de la semana que el programa cubra, la ciudad se convertirá en un gran escenario sonoro al aire libre, donde la música de estilos tan diferentes como el soul, el folk o el pop, lanzará sus compases y sus notas al aire, inundando con sus dulces melodías las horas del tranquilo atardecer capitalino, haciéndolo más ameno y sacándole del sopor casi seguro al que se vería abocado de no mediar esta actividad.

Con el añadido de que, al propio tiempo, servirá también para dinamizar la actividad cultural y artística de la ciudad y promocionar a algunos de los artistas locales en esta faceta de la música. Algo que siempre resulta positivo y que tantas veces se ha reclamado desde diferentes sectores y grupos de ciudadanos sensibilizados con el tema.
 
Bien, pues ahora que ya se ha puesto en marcha esta nueva actividad, con el trabajo que la misma ha supuesto, sería de desear que continuase y hasta se institucionalizase de alguna manera si fuese posible.  Llegando a manejarse una especie de eslogan que dijese algo así como “Palencia, la ciudad a orillas del Carrión, donde cada tarde del verano suena la música a pie de calle."  
  (Artículo publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 10/08/2016) 
 

viernes, 5 de agosto de 2016

QUINTANILLA, DE FIESTA



Si en el tiempo de verano es agosto –más en concreto, su primer fin de semana-, y os consta que la localidad de Quintanilla de Onsoña anda de fiesta, estáis en lo cierto. Porque estará celebrando su popular y súper concurrida “Fiesta del verano”; que no sus fiestas patronales, que esas las tiene establecidas para San Andrés, el último día de noviembre.

Ubicada a ocho kilómetros de Saldaña –y a dos tan sólo de mi pueblo, Velillas del Duque-, en la carretera Saldaña-Osorno, Quintanilla –sus gentes en concreto- se sienten muy orgullosas de lo alto que han conseguido llegar después de once ediciones, con esta su particular fiesta del verano.

Y es que, no en balde, esta actividad veraniega ha logrado, como ninguna otra, dinamizar el pueblo y desear volver a él cada año, sacándole del sopor propio de esta estación y de la apatía que se cernía sobre sus gentes. Pues, conseguir que durante el fin de semana que se celebra esta fiesta, las personas que acuden a la misma ronden las 200, contando con que el pueblo durante el resto del año apenas si alcanza los 25 vecinos, dice mucho de este evento que, felizmente, hace su magistral trabajo de reencuentro en un lugar común, la localidad de Quintanilla, de muchos de sus antiguos habitantes dispersos por la geografía patria y sus respectivas familias: niños, jóvenes y mayores; así como amigos y simpatizantes.
 
Pero unión vecinal, además, que ha calado tan hondo entre los habitantes de este pueblo, que hace que durante fechas tan marcadas en el resto del año, como son el carnaval y la Navidad, junto a las propias fiestas patronales, se vean positivamente contagiadas de ese espíritu de unión y las hagan cada año deseadas e irrepetibles en el recuerdo. Porque las cosas hechas con cariño y con la participación de todos, apoyados en la tradición y con la aportación de los elementos de diversión de los tiempos modernos, hacen cada año una “fiesta del verano” muy esperada; donde no falta de nada para lograr que sea del gusto de todos.  
 
Ya que hay juegos populares, marcha cicloturista, exposición de fotografías de distintas épocas del pueblo, baile popular de disfraces, música de tuna y castellana, hinchables y fiesta de la espuma para los más pequeños y fuegos artificiales y verbena final hasta altas horas de la noche.Y, porque Quintantilla también es generosa, una colecta para recaudar fondos para un proyecto de familias en Perú.
 
Así que, ¡feliz fiesta del verano, Quintanilla!.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 3/08/2016)