martes, 27 de diciembre de 2016

BALANCES Y DECIRES

Foto (Internet)

¡Adiós 2016!. ¡Bienvenido 2017!
 
El año que vivimos tan intensamente –tanto como quisimos o cuanto nos dejaron-, como ha sido éste, está dando ya las últimas bocanadas y, a todas luces, camina sin remisión hacia su final en la noche mágica del 31 de diciembre, al cabo de tan sólo unos días de nada.

Y es que uno mira por un momento el calendario hacia atrás, ve una a una las hojas de cada uno de los meses transcurridos, se detiene unos instantes para asimilar el monto de días que esas hojas representaron, y le parece casi imposible el hecho de que podamos estar ya a punto de finiquitar el año; si era “ayer, tan sólo ayer” –como dice la canción-, cuando estábamos dando la bienvenida al nuevo y brindando por sus días.

Pero no, no se líen la manta a la cabeza pensando que eso no es posible, que quizás les estoy gastando una especie de inocentada –nunca mejor dicho para aplicarla al día 28-; porque la historia es tan real y cierta como, por ejemplo, que ya estamos en invierno, por poner algo evidente y que sentimos cada uno de nosotros en nuestras propias carnes.  Que, qué bien nos vendría ahora el poder disponer de algunos de los muchos grados de temperatura sobrantes que rechazábamos en el verano, que los íbamos a administrar bien.

El caso es que llegando cada año estas fechas, el que más y el que menos de los de por aquí, aprovechando algún tiempo ocioso y que el Carrión pasa por Palencia, echará un somero vistazo de abajo hacia arriba o de arriba hacia abajo –que el orden de la prelación en este caso no alterará el producto final-, y se hará su pequeña composición de lugar, su balance particular, viajando en el tiempo desde la situación con la que partió y se manejó desde enero hasta la que ahora, al acabar el año, le es dado llevar o portar sobre sus hombros.
 
La cuestión no parece demasiado difícil así a primera vista, contando con que cada uno ha ido viviendo el día a día –seguro que con intensidad, con toda la intensidad que le era posible- y sabe los logros conseguidos y las metas alcanzadas. De tal suerte que, en cada caso, la balanza se inclinará hacia un lado diferente y los resultados del balance final variarán, por supuesto.  De eso se trata, de que cada uno sepa dónde se encuentra con respecto a sus aspiraciones o metas autopropuestas, y pueda mejorar en las iniciales o proponerse otras, una vez logradas las anteriores.
 
En cualquier caso, que el año próximo les sea propicio a todos ustedes. ¡Feliz Año 2017!.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 26/12/2016)
 
 

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