miércoles, 28 de enero de 2015

PINTORES DE PAREDES DE NAVA


En esta ocasión sí va a ser verdad –sin que sirva de precedente, quizá-, eso de que, contra viento y marea, el artista ha conseguido triunfar en su tierra. En este caso, los pintores de Paredes de Nava, en número de siete que, liándose la manta a la cabeza, han tenido el valor a la par que el honor, de imitar en sus cuadros realizados en tabla y a tamaño real, al ilustre artista de la localidad, el insigne pintor de la tierra Pedro Berruguete. Y pintar copias auténticas del original de sus obras.

De tal suerte que, uno entra ahora en la exposición que, con estos cuadros, se puede visitar estos días en la Sala de exposiciones del Servicio Territorial de Cultura, y parece como si de repente entrara en otro mundo, en el estudio original de pintura de este insigne pintor paredeño.

Pues es tal el realismo que han conseguido impregnar a sus pinturas e imitar con tanta perfección en colores, ropajes, entornos, composición y atmósfera general del cuadro al artista, que pareciera como si uno se encontrase ante las obras originarias del pintor renacentista; salvando lógicamente las distancias para con el irrepetible pintor paredeño –faltaría más-.

Pero que uno se lleva una gratísima impresión cuando visita la exposición y se topa de pronto con todo ese montón de cuadros ambientados en otra época, colgados de las paredes de la sala de exposiciones, eso también es verdad.

Y que estas réplicas ahora expuestas en la capital, pero que también se pueden contemplar en exposición permanente en el Centro de Interpretación de Tierra de Campos de Paredes de Nava, sirven de manera extraordinaria para dar fe de la ingente e importantísima obra de nuestro pintor por excelencia de todos los tiempos, es también verdad.
 
Máxime, cuando se da la circunstancia de que muchos de los cuadros originales de este pintor se encuentran dispersos por distintos lugares y destinos. Por lo que, el poder contemplarlos en directo, aunque nos sea dado hacerlo solo a través de estas magníficas copias de estos artistas, originarios también de la misma localidad que el pintor -al que ya se homenajeó con una exposición de estos mismos cuadros en el año 2003 con motivo del quinto centenario de su muerte-, el poder contemplarlos ahora en nuestra ciudad todos juntos, resulta un verdadero privilegio, a la par que un pequeño homenaje también para estos artistas de ahora que lo han bordado con sus recreaciones del original.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 28/01/2014)
 

miércoles, 21 de enero de 2015

AL CALOR DE LA CULTURA


Estamos ahora mismo, avanzado el mes de enero, en un tiempo en el que quedaron atrás ya, aunque quizá permaneciendo todavía cercanas en el recuerdo, las grandes y pequeñas celebraciones navideñas, junto a una multiplicidad de actos culturales y festivos programados a tal fin.

Pero en seguida, sin solución práctica de continuidad y para que el personal no se enfriase –nunca mejor dicho pensando en que estamos en un invierno duro de fríos y nieblas-, el ayuntamiento capitalino ha puesto en marcha un nuevo “Invierno Cultural”, que se desarrollará a lo largo de este primer trimestre de 2015, coincidiendo en esencia con el tiempo de esta estación invernal, que por aquí nos está dejando hasta el momento bastantes muestras de forma contundente de cuáles son sus rigores climáticos, por si se nos habían olvidado.

Y como si, de mitigar de alguna manera esa rigurosidad de los días se tratase, se han previsto una serie de actos, lógicamente culturales, tanto de teatro como musicales para el público adulto principalmente, aunque con un guiño también hacia los más pequeños con funciones a ellos dedicadas.  Que se celebrarán a cubierto en su totalidad –por aquello del frío helador de estas fechas-, en el marco incomparable del Teatro Principal de la capital.

Recinto que se vestirá de gala para recibir el conjunto de las actividades y representaciones de las más variadas propuestas, posibilitando la aceptación por parte de una mayoría de palentinos, que gozarán sin duda con cada una de ellas.

Acogida favorable que se espera también para este año, a juzgar por las largas colas formadas ya frente a las taquillas días pasados, para conseguir con carácter previo algunas de las entradas de los diferentes espectáculos, haciendo uso del servicio de la venta anticipada.
 
Que si ya contamos con que el invierno es un tiempo en el que, por razones prácticas de lógica climática, sobre todo, se prodiga mucho más el que el personal se incline por quedarse en casa, a cubierto y con una temperatura estable; por ello y contando con el atractivo de los actos programados, se busca el “sacar” a los vecinos de sus casas por unas horas para trasladarlos hasta el recinto del Principal al calor de la cultura.
 
Una buena opción para estos días fríos y un tanto tristes del invierno.

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 21/01/2015)

 

domingo, 18 de enero de 2015

RELATO "CARTAS DE AMOR"


Pues tras el artículo de este miércoles pasado, 14 de enero, en “Diario Palentino”, hablando sobre la historia de los 20 años de nuestra Tv. local.  Y donde contaba mi participación en un programa-magazine de la misma corriendo el año de gracia de 1996, con motivo de haber sido el ganador del concurso sobre “Cartas de Amor” de aquella bendita y sabrosa añada; tras sugerírmelo muchos de vosotros, aquí os “pego” el relato ganador, mi carta de amor para aquel concurso, que presenté bajo el lema de “Amor de adolescencia”. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...). Espero y deseo que os guste.

“Concurso "Cartas de Amor".
LEMA: AMOR DE ADOLESCENCIA

Amor, mi dulce y sereno amor:
Hoy, cuando ya la distancia nos separa, pienso que de manera irremediable, un buen puñado de kilómetros, y el destino ha querido en su caprichoso proceder, que deba vivir alejado de ti, te escribo con agitada emoción esta carta que me brota sincera de lo más profundo del corazón.
Entiendo que te sorprendas muy mucho cuando, una vez asimilado el nombre del remitente, te decidas a abrir el sobre y a desplegar con prisa el par de cuartillas que guarda en su interior. ¡No es para menos, querida mía!.

Perdona antes de nada mi osadía por comenzar la carta en los términos que lo he hecho. Mi trabajo me ha costado. Sin contar, además, la cantidad de cuartillas que he emborronado antes hasta llegar a éstas que ahora sostienen tus bellas manos y acarician con delicadeza tus tiernos dedos.

Nunca hasta ahora te hice sabedora de mi amor por ti, porque pensé en principio que quizá no pudiera ser real, que aquello que sentía era sólo una especie de enamoramiento caprichoso y pueril de un alumno aún adolescente hacia su joven profesora a la que vé todos los días y admira por su gran capacidad para conocer y saber de todo. Pero con el tiempo, entendí que aquella sensación no era sin duda un capricho, sino que se trataba de una atracción irrefrenable hacia tí, mi amada y dulce profe de literatura, de quien me gustaba y quería todo.

Sufrí en silencio la tensión que me envolvía al no tener luego el valor suficiente para expresártelo de una manera clara, o contárselo a alguno de los compañeros, lo que me hubiera liberado en gran medida.
En la clase del Instituto, me coloqué en primera fila alegando no sé qué disculpa totalmente inventada y pasajera. Y cuando explicabas cada día la lección, mis ojos no se apartaban ni un solo momento de ti, siguiéndote en cualquier mínimo movimiento que emprendieras. Pero tú, ¡cómo lo ibas a adivinar!. Te mirábamos todos, como profesora nuestra que eras.

Me aprendía cada día de memoria la lección de literatura porque, ¡ni en eso te quería fallar!. Y esperaba con ansia que tu sensual boca pronunciara mi nombre y me llamaras para preguntarme cualquier cosa. Me sentía entonces feliz allí frente a tí, ignorando por completo a todos los demás compañeros y compañeras de clase.

Al principio, me conformaba con estas pequeñas cosas que me mantenían de alguna forma unido a tí. Y así iba pasando el tiempo. Yo deseando llegara pronto el próximo día para poder encontrarte allí frente a mí en tu mesa de profesora. Y tú, en cambio, ignorándolo todo y volcada enteramente en tu trabajo de profesora nuestra.

¿Recuerdas aquella ocasión en que me quedé el último en aquel examen final?. Todos los demás se habían ido hacía ya un buen rato, y yo seguía allí sentado, escribiendo sin ganas y con total distracción sobre aquellos papeles, mirándote siempre, sin que tú, que corregías en total concentración los ejercicios de los otros compañeros, te percataras de aquellas miradas tan atrevidas y constantes.

Aquel retraso en la entrega del examen, tenía un motivo claro, por supuesto, aprovechar aquellos momentos para decirte sin rodeos que me sentía locamente enamorado de ti y que estaba sufriendo en silencio por ello. Sí cariño, sí, aquel alumno que siempre veías en la primera fila de la clase, y que cada día llevaba aprendida de memoria la lección, estaba y lo sigue estando ahora, enamorado por entero de tí. Pero aquel día, el sonido inoportuno del timbre, que señalaba el final improrrogable de la hora de clase, me impidió declararme a tí, aunque pensé por algún momento coger por un instante tu suave y delicada mano al entregarte las hojas de examen. Mas he de confesarte, que no me atreví, al recorrer de súbito todo mi cuerpo un fuerte temblor que, incluso, hizo que me ruborizara de pronto y solamente acertara a decirte ¡adiós!, al abandonar la clase.

Luego, acabó el curso y te fuiste de inmediato a tu ciudad, de vacaciones con los tuyos. ¡Lo que hubiera dado entonces porque mi ciudad fuera la tuya!. Así, al menos, pudiéramos haber coincidido alguna vez en algún paseo y, hasta quizá me hubiera detenido ante ti con alguna disculpa inventada en aquel preciso momento. Y después de charlar durante algunos minutos, te hubiera invitado a compartir un tranquilo café en alguna cafetería cercana. O... tal vez ¿me hubieras invitado tú?... Y ¡quién sabe si en alguna de estas ocasiones no te hubiera abierto mi corazón de par en par y te lo hubiera contado todo!, con la consiguiente sorpresa por tu parte. O... acaso ¿la sorpresa no hubiera sido tan grande, quizá?.

Al comenzar el nuevo curso, supe con pena que te quedabas ya definitivamente en tu ciudad, y me desilusioné enormemente. Por eso esta carta que es a la vez un desahogo y un descanso para mí al dejar fluir libremente mis sentimientos. Que donde quiera que estés, te vaya siempre bien y bonito, y que sepas que en todo momento estarás en mi pensamiento, mi dulce profe de literatura, mi dulce amor imposible de adolescencia.

Tu alumno eternamente enamorado,”

 

miércoles, 14 de enero de 2015

ECOS DE NUESTRA TELEVISIÓN LOCAL


“Que veinte años no es nada…”, es una muy socorrida referencia a aquel famoso tango argentino, “Volver”, que popularizara en su momento Carlos Gardel, la cual  empleamos con bastante asiduidad cuando queremos hacer alusión al no paso del tiempo, a pesar de que la realidad nos diga que sí, irrefutablemente. Y ¡vaya si ha pasado!.

El caso es que nuestra televisión local (actual “La 8” Castilla y León), cumple estos días dos décadas de permanencia entre nosotros, tras su feliz alumbramiento allá por el año 1994, bajo el nombre de “Televisión Palencia”.

Y lo que no habrá llovido desde aquel entonces, y escampado y demás…, que decimos por aquí.  Pues sí, en efecto.

Así a golpe pronto, veinte años son muchos años y dan para mucho en la vida, claro; aunque lo que ha ocurrido es que, como aquella, han pasado en un plis-plás, como refiere la letra de este famoso tango.  Hasta pensar que fue casi ayer –tan solo ayer-, cuando los palentinos nos sentábamos un buen día frente al televisor para ver cómo ante nuestros ojos iban desfilando personas conocidas de nuestro entorno que acabábamos de saludar hacía unas horas tan solo en un punto determinado de la Calle Mayor o del Salón. O se nos mostraban imágenes de nuestra Catedral, nuestro Cristo del Otero o nuestra iglesia de San Miguel en un acercamiento y unos encuadres antes no vistos.

Por no decir ya, los interminables reportajes en torno a los diferentes actos de las fiestas de San Antolín de aquel año por primera vez, con entrevistas incluidas a palentinos de a pie que muchas veces nos resultaban conocidos y familiares, cercanos, de aquí.

Llegados a este momento, permítanme que haga también una referencia personal al hilo de esta celebración de nuestra televisión local.  Y es que en el año 1996, quien esto escribe fue invitado para participar en un gran magazine que Televisión Palencia ponía en antena cada tarde-noche.  El motivo no fue otro que el haber conseguido aquel año el primer premio del concurso que en aquel entonces se llevaba a cabo bajo la denominación de “Cartas de Amor”. Y allá que me fui a leer en público mi carta ganadora.  Fue una gran experiencia y un recuerdo imborrable para mí: presentadores, cámaras, focos, maquillaje…   
 
Y regresando al título del tango; ellos, los componentes de “La 8” no tienen que volver, porque siguen aquí entre nosotros.  Larga vida a “La 8”.
 
(Publicado en el Periódico Local "Diario Palentino" el 14/01/2015)
 

miércoles, 7 de enero de 2015

PARA ESTE AÑO


A estas alturas del mes de enero –del que llevamos ya gastados siete días-, han cesado ya los cohetes, los petardos y las charangas que daban una estruendosa bienvenida al Año Nuevo; el Niño que bautizamos aquí en Palencia el pasado jueves –día primero del año-, estará dando ya las correspondientes alegrías por doquier. Y los más pequeños de la casa, eufóricos tras la fiesta vivida ayer –su fiesta particular y más esperada del año-, apurando sus horas de juego con los juguetes recién estrenados funcionando a todo trapo en el salón principal de la casa.

Todo ello, antes de volverle a tomar el pulso a la actividad ordinaria en toda su cruda realidad, al ralentí o medio paralizada en parte durante las últimas fechas, con motivo de la celebración de las fiestas navideñas.

Pero pasadas estas, a buen seguro que entretanto o, a la par más bien, durante estos próximos días, tras desearnos entre nosotros un feliz año con un sincero apretón de manos o un cariñoso beso en la mejilla –según usos y costumbres-, nos encontraremos también frente a una serie de retos personales que, con un propósito de mejora individual en aspectos tales como la salud o la relación personal, nos marcamos también cada año por estas fechas, casi sin excepción.

Porque, quién no manifestó alguna vez a familiares y amigos aquello de que, en esta ocasión sí: “dejaba de fumar” con el comienzo del nuevo año?. O que, finalizados estos días de Navidad –donde cualquier propósito como el que sigue es materialmente imposible-, comenzaba un rigurosísimo método para perder esos kilos de peso en demasía que la báscula y el espejo le habían advertido le afeaban la figura escultural de la que siempre gozó…  Y, con tal propósito, hizo la inscripción en un gimnasio para “machacarse” el cuerpo en apretadas sesiones, junto a una severa dieta, la más eficaz según los resultados del mercado; a lo que unió caminatas diarias por el campo.

O, por tocar también el aspecto más espiritual de la persona, se prometió a sí mismo mejorar las relaciones personales con su entorno, citándose más con los amigos y frecuentando más la relación con la familia.
 
Claro que luego, el que se cumplan las expectativas puestas en tan maravillosos planes, es ya “harina de otro costal”; y el que lleguen a buen puerto dependerá de muchas variables, algunas de ellas de impensable concreción. 
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 07/01/2015)