miércoles, 20 de mayo de 2015

CON EL GRADO EN DERECHO



Desde hacía algún tiempo, la fecha de este viernes, 8 de mayo pasado, se exhibía en un rojo muy intenso en la agenda personal de los alumnos que este año estudian el 4º curso del Grado de Derecho en la Universidad de Valladolid. Ninguno de los llamados al evento, querían perderse bajo ningún concepto el momento, y tenían muy bien señalado en sus alertas del móvil el día 8 de mayo; en concreto, en horario de tarde-noche.

Y ello, porque a las 17:30 horas del mentado día –hora casi coincidente, a falta de media hora de nada, con la taurina de las 6 de la tarde-, se iban a enfrentar -también ellos- a “otro toro” -este menos peligroso que el de la plaza, claro está-, que marcaría, inevitablemente, un antes y un después en su futuro destino y en el devenir de sus vidas.

Y es que estaban convocados, ni más ni menos –ellos que durante los últimos cuatro años sus días estuvieron marcados por los estudios-, al acto de conmemoración de su graduación en Derecho, una vez finalizadas sus tareas académicas en tan veterana Universidad.

De entrada y como regalo añadido, el día amaneció resplandeciente y propicio para un acto así; pudiendo lucir los chicos y chicas de Derecho, en esa larga tarde-noche, sus mejores galas con total esplendor y en olor de una multitud de familiares que tampoco quisieron perderse un momento tan especial y único. 

Y puestos a dar realce al acto, hasta el propio espacio físico que estaba llamado a acoger el evento, la Facultad de Derecho de la vecina capital, acompañó una vez más, aportando su extraordinaria majestuosidad constructiva; pues lucía ante los presentes, incluso con mayor espectacularidad si cabe, su recién remozada y siempre bella fachada barroca.
 
Y allí, los nombres y apellidos de todos y cada uno de los alumnos y alumnas de la promoción 2011-2015 que se graduaban, fueron sonando -retumbando más bien- en el interior del Paraninfo de la Facultad, a medida que eran nombrados para recoger la banda y el diploma acreditativo de tan magno acontecimiento. Entretanto, entre el público familiar asistente surgían incansables los aplausos, mezclándose con los flases de móviles y cámaras de fotos que, incansables, trataban de inmortalizar el momento; captando también alguna que otra lágrima de emoción de muchos de los asistentes al acto.
 
Sólo faltaba ya que el reloj marcase la hora del comienzo de la posterior fiesta de los recién graduados, para poner el colofón a tan magno evento.
 
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 20/05/2015)
 

2 comentarios:

  1. Era una carrera que me hubiera gustado hacer, pero, ni el tiempo ni la oportunidad, me dieron la vez.
    Me alegra mucho que esos alumnos jóvenes este año hayan acabado su carrera, y les hayan dado ya la GRADUACIÓN con su diploma y su banda.
    FELICIDADES para todos ellos y para sus familiares y amigos, por tenerles a su lado.
    Es algo muy extraordinario... pues, la emoción embarga los corazones de ellos y sus padres...José Javier...
    Un abrazo, Mía

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  2. Muchas gracias, Mía. Así es, así se llevan a cabo estos actos, donde la emotividad se hace presente desde el primer instante. Un abrazo.

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