miércoles, 12 de febrero de 2014

UNA FIESTA Y UN CARRO


Animada en alto grado y devolviéndonos unos cuantos años atrás en el tiempo, se mostraba días pasados nuestra Plaza Mayor y algunos de sus espacios más próximos, con motivo de la celebración de Las Candelas y su Mercado Tradicional y popular de Palencia.

Y tan ambientado estaba el lugar con sus mil y un cachivaches, atracciones y divertimentos al uso, que es lo que decían a golpe pronto un grupo de palentinos allí presentes ese mismo día de la Patrona, en pleno fragor de la fiesta; al observar cómo junto a ellos se dejaba ver la presencia de un carro de varas de los de antes, tirado por un apacible y peludo borrico; siendo, tanto el animal como el propio carruaje, la atracción de la grey infantil, que pugnaban a cada paso por subirse sobre ellos para un corto paseo por el interior de la Plaza.

Lo que les llevaría a este grupo de palentinos a comentar entre bromas y veras lo siguiente: Porque no es posible ya, pero si el gran Manolo Escobar estuviese aún entre nosotros, seguro que más de un palentino estaría en estos momentos haciéndole saber al cantante mediante una llamada de móvil la buena nueva del momento: Que no buscase más, que no se volviese loco pregonándolo por aquí y por allá, que su famoso carro, al que con tanto detalle describía en su canción del mismo nombre, había aparecido ya, ¡albricias! pues. Y que lo había hecho entre nosotros, los palentinos.  Y nada menos que en plena Plaza Mayor de Palencia.

Pero que no era preciso que se diese excesiva prisa el cantante en venir a recogerlo, porque estaba siendo muy bien tratado por los palentinos.

Y es que, en efecto, el carro en cuestión, con sus continuados paseos por este recinto capitalino, formaba parte, como un atractivo más, del conjunto de actividades programadas con motivo de tan excelsa celebración festiva.
 
En tanto en derredor suyo, el resto del perímetro urbano iba recibiendo poco a poco y de una forma continuada a unos vecinos ávidos de fiesta y ataviados para la misma, que se mostraban deseosos de encontrarse con las decenas de puestos allí instalados; capaces de ofrecer un entretenido recorrido por entre las diferentes propuestas expositivas, reunidas en torno a la alimentación y a la artesanía como puntos base, pero con sus especificidades bien definidas a lo largo de sus atractivos y bien montados puntos de venta que hacían la delicia de los paseantes.   

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 12/02/2014)
 
 

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