miércoles, 7 de mayo de 2025

Y llegó el caos

 


Ahora, cuando nuestra generación anda copada por la apodada era de las telecomunicaciones y a nuestro alrededor todo suena a progreso sin remisión, con la inteligencia artificial irrumpiendo con fuerza en nuestro día a día y tirando con increíble fuerza en muchos de los sectores de nuestra sociedad, vamos nosotros, va España y se funde a negro este pasado 28 de abril.

 

Un “apagón” generalizado en cuestión de segundos en el plano de la electricidad, que nos dejó al borde mismo del colapso total y el desbarajuste cuasi general, rayando al centro mismo del caos más inesperado y perturbador que ni imaginar podíamos tan siquiera. Aquí la realidad pura y dura superó por momentos a la ficción, sin duda.


Y al instante, cuando nuestros relojes aquel día marcaban en torno a las 12:30 horas del mediodía –hora fatídica donde las haya-, llegó la eclosión del sistema eléctrico y todo se fue al garete, se perdió el control del sistema y el fracaso fue total en el dominio de la situación.  El apagón se generalizó de facto a toda la Península.


Los trenes en ruta se pararon en medio de las vías allá donde se encontrasen; los ascensores y elevadores se detuvieron colgados a diferentes alturas; las líneas de metro quedaron inutilizadas de pronto; los ordenadores se fueron a negro de repente; los teléfonos móviles dejaron de funcionar en la mayoría de los casos; los aparatos y sistemas conectados a la corriente eléctrica se paralizaron; los semáforos dejaron de iluminarse con sus características luces de colores; y el personal caminaba asombrado y sin rumbo por las calles a la búsqueda de alguna solución personal.


Y quien más quien menos, tras haber conocido, en la mayoría de los casos de boca a boca, el alcance de la avería y su extensión nacional e incluso más allá de nuestro país, se lanzaron en gran número a las tiendas y comercios que aún permanecían abiertos, a la búsqueda de víveres de primera necesidad y elementos tan cotidianos pero que habían pasado casi a mejor vida, tales como radios a pilas, velas, linternas; en previsión de que el apagón se extendiese en el tiempo.


Y la cuenta atrás cara a la solución del apagón, comenzaba a consumir minutos.

 

 (Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 07/05/2025)

 

 


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