Estamos
en el último día del mes de abril y, por lo tanto, a punto de alcanzar el mes
de mayo con todo el argumentario, entre otros varios más, de mes de las flores
que le caracteriza, por aquello del tiempo de primavera por excelencia que se
le supone y se le añade por votación popular.
Vamos a
ver si en realidad, en el discurrir de los días, en este mayo que ya nos viene
reclamando su sitio, se cumplen las expectativas que desde siempre así se le
vienen agregando. Porque en estos más
de treinta largos días que llevamos desde que la estación de las flores nos
visitase, muy poquito tiempo se nos ha mostrado como tal en cuanto a bondad
climática. Y sí, en cambio, se nos ha
revelado traviesa y enredadora por demás, con días verdaderamente fríos y
desapacibles; a lo que habría que añadir lluviosos y borrascosos por demás.
Que esto
no es lo que esperábamos ni mucho menos, después de un largo peregrinar
invernal por días fríos y oscuros como boca de lobo, que parecían no tener
nunca final.
Así que
habrá que poner todas las expectativas, en cuanto a días agradables para
disfrutar se refiere, en este mes de mayo que mañana mismo recibiremos con
todos los honores. No con palmas, que
estas ya las agotamos en la pasada Semana Santa, pero sí con unas tremendas
ganas de que resulten de muy agradable presencia, para poder disfrutar del
campo y de sus muchas maravillas a pie de calle.
No
malgastemos, empero, calificativos y confiemos en su tradicional bonanza
climática, que bien nos la tenemos ganada tras tantos meses de espera, siempre
con el abrigo y la bufanda como uniformidad obligada en cada uno de sus días.
Démosle,
pues, la más cordial de las bienvenidas al mes de mayo, donde la naturaleza se
mostrará más que nunca en plena ebullición creadora en cuanto a su flora y su
fauna en la dirección que uno quiera dirigir su vista.
Y ya
puestos a pedir, como la lluvia en mayo es “oro molido” para nuestros campos
agrícolas en flor, pues eso sí, hacia su mitad, que venga algo de lluvia a
visitarnos también, que será muy bien recibida.
Y luego, que siga el sol luciendo para, entre otras cosas, cargarnos las
pilas de vitamina “D”.
(Publicado en el periódico "Diario Palentino" el 20/04/2025)
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