Pues en
contra de lo que pudiera pensarse llegando a estas alturas del mes de mayo, la
cosa no va de momento de un tiempo soleado y con temperaturas adecuadas a la
época del año en la que nos encontramos, para que podamos decir a voz en grito
aquello de que por fin llegó la primavera con toda su fuerza creadora para
aposentarse al borde de nuestro territorio y ejercer su misión regeneradora y
protectora de la vida animal y vegetal, regalándonos unos días espléndidos de
luz y brillo solar por antonomasia; que es una delicia pasear por la ciudad,
porque de pronto la percibes mucho más amiga; pues los habitantes de la misma
con los que te cruzas les notas más alegres y animados, lo que te hace a ti
sentirla también más profundamente hermosa. Pero no, aún no se ha producido ese momento a
pesar de estar tan avanzado el mes de mayo.
Y bien
que nos gustaría mirar a nuestro alrededor, ver los árboles del parque y de la
acera cubiertos de cientos de hojas de un colorido nuevo y de una viveza que te
deslumbra y, con un sonrisa que te apetece permanezca por momentos en tu
rostro, seguir tu camino, aunque sea sin un destino concreto.
Pudiendo
ocurrir que tus pasos te adentren por azar dentro de uno de los parques de la
ciudad con el que te has encontrado en el camino, y te admire su espectacular
frondosidad. Entonces, tomas asiento en
uno de los bancos y sientes que a aquel parque le contemplan cientos de años de
vida, a juzgar por la robustez de unos árboles que se visten de decenas de
ramas cubiertas de frondosas hojas, que le han ido creciendo tronco arriba en
descomunal altura.
Y te
apetece que la visión de lo que contemplas, además de quedar guardada en tu
retina, permanezca también en tu archivo fotográfico, por lo que no dudas en
tomar una serie de instantáneas del lugar con la cámara de tu móvil. Y aprovechas el momento para abrir el bloc de
notas del mismo y escribir unas cuantas ideas de lo que tus ojos te muestran;
que luego posteriormente te puedan servir para incardinar un conjunto de líneas
que puedan convertirse en breve relato, con la inspiración siempre presente de
la primavera y de aquel centenario parque.
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