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Saben aquel dicho muy del gusto popular que dice que “tres jueves hay en el
año que relumbran más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la
Ascensión”; bueno, pues resulta que, extrapolando términos y mes del
calendario, en el mes de diciembre, de un tiempo a esta parte, hay también tres
días al inicio del mismo, que brillan con luz propia, y que el personal busca
desconsoladamente tenerlos libres para poder disponer de ellos a su antojo.
Y que son el día 5, el día 7 y el día 9; pues contando, además, con la
suerte del calendario, como ocurre en este año de gracia de 2016, estos tres
días, unidos a los dos festivos que están ahí fijos cada año, conforman una
semana de vacaciones de lo más extraordinario.
En efecto, porque unidos aquellos a estos otros dos festivos, cuales son el
día 6 y el día 8; puede uno pegarse todo un puente de fiesta mayor, cuando no
de holganza total; aunque más bien se trate de un acueducto en toda regla, por
la anchura en días del mismo y la gran cantidad de agua –de jornadas festivas-
que el mismo aglutina.
Así es que el personal se desvive por agenciarse para su particular
colección, al menos alguno de estos tres días tan señalados en nuestro
calendario llegando el último mes del año, si es que no pueden ser los tres en
su totalidad; que ya sabrán ellos hacer sus componendas para extenderlos más
allá de lo que en principio pareciera pueden dar de sí.
Total que, si días festivos, si días de puente, si días de acueducto, si
días de asuntos propios, si días de vacación, si días de compensación, si días
de deber personal, si días de voy pero no me quedo, si días de me quedo pero me
voy, si días de hoy no voy y al otro tampoco y ya lo compensaré en un par de
tardes posteriores, si días que me debían cuando hice doblete en el turno, si
días que me cojo a cuenta porque se queda el compañero…,etc., etc., ya me dirán
ustedes qué panorama laboral tenemos esta semana.
Por lo que, así las cosas, cabe peguntarse si estos días va a acudir algún
ser humano al tajo en nuestro país, o hemos programado las máquinas y los
robots para que lo hagan todo ellos solos…
Claro que, avanzado el mes, llegan los días de
fiesta de la Navidad, y esto de ahora puede resultar sólo un a modo de entrenamiento para lo que está por venir en tales
fechas, cerrando balances, agotando presupuestos y tirando la casa por la
ventana antes de que venga el lobo y se lo coma todo.
(Publicado en el Periódico Local "Diario Palentino" el 7/12/2016)
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