Foto (Internet)
...Donde la escena se completaba en torno a una mesa y atentos al aparato de radio o a la pantalla del televisor
Por las fechas en las que estamos, hoy casi que no queda otra que hablar,
en este caso escribir, sobre el tradicional sorteo de la lotería de Navidad,
que tenemos ya a un día vista. Y también, de su recuerdo como día de la salud
ampliamente extendido.
Y es que, llegado ese día, pensamos en la lotería de Navidad y a todos se
nos viene a la mente de pronto una tradicional y repetitiva cantinela, muy
apegada al entorno familiar y a la televisión, que tiene como protagonistas a
esos niños que parece que no crecieran nunca del Colegio de San Ildefonso,
cantando los números y los premios del sorteo con un particular soniquete que,
en su momento, era el único que en tal señalada fecha se escuchaba en las
casas.
Donde la escena se completaba en torno a una mesa con las papeletas de los
números que se jugaban extendidas sobre ella, y atentos al aparato de radio –en
los primeros momentos-, o a la pantalla del televisor, más modernamente; y
esperando escuchar cantar a los niños el premio correspondiente al “gordo” del
sorteo, por si la suerte tuviese a bien ponerse de nuestro lado.
De un tiempo para acá y merced a Internet y a los avances de la técnica y
de las comunicaciones interpersonales, el sorteo ya no es tan seguido por la
televisión minuto a minuto, aunque tenga todavía sus partidarios; sino que en
un momento determinado de la jornada y a golpe de ratón de ordenador o incluso
desde nuestro teléfono móvil, uno puede conocer en el acto si su número fue
premiado y la cantidad exacta del premio.
Anécdotas relacionadas con este sorteo, las hay a montones y para todos los
gustos; muchas de las cuales se encargan los propios agraciados de sacarlas a
colación cuando se les acerca la televisión, que ese día llega hasta el último
rincón del país donde un premio importante del sorteo recala.
Pero circunscribiéndonos a nuestro ámbito local y provincial, también
encontramos un amplio catálogo de ellas. Algunas marcadas por la irregularidad
y el engaño buscados en beneficio propio, intentando vender más participaciones
de las que corresponderían a los décimos adquiridos. Timo éste, en concreto,
que hace algunos años tuvo nombre y apellidos y que puso a nuestra provincia en
el candelero nacional en tan señalada fecha. Así como otras relacionadas con participaciones que, si
bien siempre se compartían, resultó que el año en el que el número fue
premiado, no se había hecho esa partición… De todas formas, ¡Suerte y Salud!.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 21/12/2016)
Me ha gustado mucho.refleja la evolución de los años y de la vida
ResponderEliminarMuchas gracias, Bautista, por tu comentario. Así es, en esto como en otros aspectos de al vida, hemos evolucionado mucho; y es bueno de vez en cuando echar un vistazo hacia atrás para ver cómo hemos cambiado, que ha sido mucho y, yo creo, que para bien. Saludos.
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