Foto: Iglesia de Velillas del Duque (Internet)
Y en aquellas vacaciones de verano en las que habíamos dejado en el
capítulo anterior a los escolares de Velillas del Duque de aquel entonces
–entre los que me encontraba-, y teniendo siempre presente los consejos de
nuestra maestra, el ayudar en las faenas agrícolas en el hogar era algo que,
incluso, llevábamos muy a gala y que cada año iban aumentando en dedicación y
responsabilidad añadidas. Y eso nos enorgullecía porque, entre otras cosas, significaba
que nos íbamos haciendo mayores, algo que buscábamos con verdaderas ansias y
que comprobábamos en cada nuevo encargo que se nos encomendaba.
Así como con alguna otra tarea que, dentro también de estas faenas del
campo, asumíamos con interés por la novedad que representaba para nosotros,
como era el acompañar y ayudar, en la medida de nuestras posibilidades, a los
mayores de la casa, de madrugada, en el acarreo de la mies hasta la era, pero
eso sí, en lo que se conocía como el “segundo viaje”, o sea amaneciendo
ya. Que en realidad, no sé por qué ese
interés, si nos tocaba madrugar de lo lindo; aunque a los chavales, lo que más
nos gustaba de todo aquello era ir subidos en lo alto del carro, encima de la
mies, hasta llegar a la era.
Luego, vendrían los trabajos de la trilla de esta mies en la era durante
todo el día, en los que colaborábamos también de una manera evidente. Si bien,
estábamos deseando que estos concluyesen pronto para así tener tiempo libre y
reunirnos de inmediato con los amigos en la plaza, contarnos las incidencias
del día y sumergirnos en los pormenores de algún juego que otro.
Y así jornada tras jornada, pero con el pensamiento puesto en los primeros
días de septiembre, porque en esas fechas se celebraban las fiestas en la
vecina localidad de Saldaña, a la sazón capital de toda aquella amplia Comarca.
Y, para nosotros, verdadera referencia plástica donde podíamos encontrar todo
aquello que precisásemos para el día a día en el pueblo; y donde cada vez que
acudíamos, se nos abría todo un mundo diferente al que conocíamos, lleno de
posibilidades, ni siquiera imaginadas antes.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 14/09/2016)
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