EL CAMPO ECLOSIONA

Ahora que, entre “pitos y flautas” –sin especificar qué cantidad de unos y qué cantidad de otras, más bien arbitrariamente y al buen tuntún-, llevamos ya un buen puñado de días, un mes y dos días para ser exactos, desde que, para nuestra particular y, se supone que también general satisfacción, apareciese en nuestras vidas la ansiada primavera; ahora y durante los próximos meses, seguramente se verán las cosas de otra manera. Al menos, a la hora de “echarse” el personal a la calle, que lo hará con mucha más alegría, por la mayor templanza de las temperaturas. 

Aunque de entrada, la estación de las flores por antonomasia lo haya hecho hasta aquí bastante de tapadillo, de manera general.  Si bien, hay que decir que también ha tenido sus lindezas y sus salidas de norma con escala ascendente de las temperaturas; lo cual ha sido especialmente celebrado con alguna que otra fiesta por parte del personal, como por otro lado era de esperar.

Todo lo cual, ha propiciado que el campo se encuentre ahora en su punto máximo de ebullición y de eclosión de flores y plantas, anunciándose un futuro arribar majestuoso de los frutos que estas flores advierten y cobijan hasta que sea llegado su momento.

Lo que, aparte de otros muchos efectos más –y aquí los poetas, literatos y gentes de especial sensibilidad y sentido de la observación tendrán seguro mucho que decir y aportar al resto del mundo-, representa también toda una invitación general a salir al campo aprovechando cualquier rato disponible en el quehacer diario.

Claro que, como el mes de abril, por su manifiesta querencia hacia la inestabilidad de su tiempo atmosférico –no hay que olvidar tampoco que aún tiene cercana su anterior estación invernal de hielos y fríos-, puede echar hacia atrás a la hora del paseo a algún que otro viandante, porque le pueda resultar un tanto difícil el acertar a bote pronto a qué carta quedarse en cuanto a colocarse la prenda de abrigo más adecuada al momento, y opten acaso por no salir. 

 

Si bien, habrá que concluir que, en este aspecto, serán los menos, pues ahítos como se está por tantos meses de casi hibernación segura y obligada, cualquier respiro, por mínimo que éste sea, será aprovechado de muy buen grado y a las primeras de cambio,  sin que sea menester hacer un segundo pensamiento ni nada por el estilo, porque ese momento, ya no regresa. 

(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/04/2015)