Foto (Internet)
Bueno, pues este año tampoco
–y van ya dos seguidos- los palentinos hemos tenido el alto honor de ser
“apedreados” con el tradicional pan y quesillo desde las laderas del cerro del
Otero por parte de las autoridades locales y provinciales con motivo de la
festividad de Santo Toribio; porque ocurrió que la fiesta y la consiguiente
romería fueron suspendidas por las autoridades a la vista del nada halagüeño
panorama sanitario que atravesamos, propiciado como todos sabemos por la
maldita pandemia, que nos sigue trayendo por la calle de la amargura.
Así que ese día, el domingo 18
de abril en concreto, que ya se había marcado a condición en el calendario
festivo para este popular acto de la “pedrea”, si anduvimos por la calle y la
perspectiva de la mirada nos dejaba divisar las inmediaciones del cerro del
Otero, le veríamos como otro día cualquiera, solitario; porque a los pies del
Cristo, a la hora acostumbrada de otros años, no nos encontraríamos con ninguna
multitud de gente agolpada en las faldas del propio cerro esperando poder
hacerse con, al menos, una bolsa de pan y quesillo de las cientos de ellas con
las que se “apedrea” incruentamente –faltaría más-, a los allí congregados.
Por lo que, en esta ocasión,
tampoco pudo cumplirse la tradición junto al voto de villa del ayuntamiento
capitalino en torno a una bonita leyenda del acervo popular palentino que todos
conocemos, y que tiene lugar en los entornos de este popular barrio palentino
del Cristo, donde las gentes acuden en masa.
Y claro, hablando de romerías
capitalinas a este propósito, hay otra que también goza del cariño de las
gentes de la capital, cual es la popular Romería de San Marcos, que cada 25 de
abril tiene lugar en el extraordinario marco del Parque del Sotillo, en los
aledaños del emblemático “Puentecillas”, y que este año, por el mismo motivo
antes expuesto, tampoco va a poder celebrarse.
Por lo que, en ambos lugares,
nos quedaremos de nuevo sin degustar ni caracoles, ni avellanas, ni almendras,
ni rosquillas del santo, ni dulces de algodón, ni churros; ni los pequeños
poder adentrarse en el fantástico mundo de los carruseles infantiles.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 21/04/2021)
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