vino el súper domingo electoral de mayo pasado y nos adelantó por la derecha...
Todavía al día de hoy, a pesar de que llevamos ya casi dos semanas desde
su celebración el pasado 26 de mayo, puede decirse que nos encontramos aún bajo
la resaca del día de elecciones último pasado; o mejor dicho, de los días posteriores. Y ello porque el resultado que dejaron las
urnas cara a formar los ayuntamientos, las diputaciones y los parlamentos
autonómicos, fue tan dispar y variopinto en cuanto a formaciones políticas con
al menos uno o dos representantes –y de ahí hacia arriba-, y sin claras
mayorías por otra parte, que hará necesario el conseguir el apoyo de estos
grupos políticos menores para alcanzar la gobernabilidad de estas
instituciones.
Y de ese cruce y entrecruce de negociaciones y de pactos entre los
partidos mayoritarios y estos otros de clara minoría –pero necesarios a todas
luces para sacar adelante el gobierno local, provincial o autonómico-, que se
han de llevar a cabo necesariamente durante los próximos días, viene el que
estemos hablando de resaca. Y “lo que te
rondaré morena”, que dice la vieja copla española.
Total, que así estamos, hechos unos zorros, descompuestos y con unas
ojeras kilométricas –por el mucho trasnochar y el mucho madrugar-, tras esta
especie de guirigay –por llamarlo de alguna manera- que tenemos montado en el
país últimamente, donde todos hablan, opinan, proponen y hasta exigen se cuente
con ellos para sacar aquello adelante, léase la institución oficial de que se
trate.
Porque si ya no era “moco de pavo” la formación del gobierno de la
nación, tal y como lo dejó sentenciado el recuento de votos y el consiguiente
reparto de escaños del parlamento nacional; viene el súper domingo electoral de
mayo pasado, nos adelanta por la derecha –no en términos políticos, claro-, y
nos deja casi en pañales a la hora de poder conformar y constituir como tales,
para su gobierno y prestación de servicios a la ciudadanía, decenas de
ayuntamientos, algunas diputaciones provinciales y varios gobiernos
autonómicos.
Esto ya es el acabose, que dirán muchos... Y es que la Ley de Murphy parece habernos
salido al encuentro nuevamente. En la mente de quienes tienen algo que decir
aquí, está el que no se cumpla.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 05/06/2019)
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