Están comenzando a dejarse ver por nuestras carreteras provinciales las primeras cosechadoras...
Están comenzando a dejarse ver por nuestras carreteras provinciales las primeras cosechadoras que, como cada año en torno a estas fechas, se aprestan a desarrollar su trabajo en nuestros cada vez más mermados campos cerealistas.
Y a lo que parece, en esta ocasión no podríamos emplear la expresión
–por no venir a cuento-, de “maravillosos campos cerealistas”, como sería
nuestro deseo, porque no lo están así de floridos y hermosos como a todas luces
puede comprobarse; ya que en esta ocasión las condiciones meteorológicas no se
han aliado con nuestros agricultores y no han sido ni mucho menos las más
propicias para la conveniente nascencia de las semillas y su llegada a término
como en buena lid les correspondiera.
Suben estas máquinas hasta estas frías tierras nuestras de Castilla y
León desde otras más cálidas al Sur, donde las cosechas se presentan más
tempranas en el calendario y desarrollaron ya su trabajo en jornadas
anteriores.
Tiempo atrás, cuando se produjo el boom de este invento de la
cosechadora, irrumpiendo este tipo de maquinaria agrícola en nuestros campos
con toda la fuerza del mundo y para general contento de nuestros hombres del agro
–aún guardo en mi retina la imagen grata a la par que sorprendente de la primera
cosechadora que llegó a mi pueblo-, venían a cosechar nuestras tierras de
cereal gentes provenientes principalmente de Extremadura y Andalucía;
aportándonos aparte de su maquinaria y su trabajo a bordo de ellas, su alegría
y gracejo especial; sus chanzas, sus bromas y su forma particular de ver la
vida. Toda una novedad para los
habitantes de estas tierras nuestras, frías y adustas por lo general.
Y llegaban a veces varios miembros de la unidad familiar que se
hospedaban en la casa de algún vecino del pueblo; surgiendo grandes lazos de
amistad. De tal suerte que no resultaba nada difícil que coincidiesen las
mismas personas en años sucesivos, estableciéndose así una especie de
familiaridad muy grata.
Hoy en día, sigue produciéndose este fenómeno por estos lares; aunque en
menor número, por circunstancias varias.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 12/06/2019)
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