Fotografía (Internet)
pareciera como si apenas tuviésemos tiempo para darnos cuenta del paso de los días, que nos son gratos de disfrutar...
Sin apreciarlo tal vez en su conjunto, anda noviembre
al final casi de sus días; porque liquidando esta semana, la próxima ya
arrastra en su cuenta particular tres días que le toma prestados a su vecino
diciembre para hacer completo el cómputo de los mismos.
Y como resulta que el último mes del año, entre
puentes y acueductos de mayor o menor extensión en la sucesión de sus primeros
días; celebraciones prenavideñas con
motivos varios, hondamente arraigadas ya en el acontecer personal y
ocupando unas cuantas jornadas; vacaciones escolares por excelencia y remate de
otras en el ámbito laboral; reuniones de amigos, compañeros de trabajo y
familiares dispersos que se reencuentran en estas fechas en torno a una mesa;
cuchipandas y merendillas de especial fraternidad en torno a bodegas y casas de
campo de marcado significado; preparativos, en fin, de todo orden con vistas a
las celebraciones centrales de la Navidad...; pareciera como si apenas
tuviésemos tiempo para darnos cuenta del paso de sus días, y los dejamos correr
como si estuviésemos metidos en una burbuja de irrealidad, pero que nos son
gratos de disfrutar.
Y es que con la ciudad metida ya en la preinstalación,
o instalación en toda regla incluso, de los primeros adornos y luces ornamentales
que darán vistosidad a la Navidad, el Portal de Belén en plena construcción
artesanal en medio de nuestra Plaza Mayor, decorados todos los escaparates con
adornos alusivos a las próximas celebraciones festivas, el famoso anuncio sobre
la lotería en televisión recordándonos a cada paso el evento del sorteo
millonario del 22 de diciembre..., como que las ganas de unos y de otros a que
esos días lleguen más pronto que tarde para gozarlos y disfrutar con toda su
carga de magia añadida para grandes y pequeños, se multiplicasen de pronto ante
tantas señales externas.
Incluso muy de mañana, algo tan habitual y tan lleno
de vida, como es el griterío de los pájaros que comienzan a desperezarse con
las primeras luces desde la todavía espesura de los árboles del parque,
pareciera estos días como si sonase con una intensidad superior al de mañanas
pasadas.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 22/11/2017)
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