Foto (Internet)
Burla burlando, estamos ya a punto de acabar el mes de enero (a tan sólo un
fin de semana y tres días más de ello).
Un mes que, de un tiempo para acá, viene precedido en la conciencia y el
sentir de la mayoría de nosotros, de una cierta mala fama –acabadas las
festividades navideñas, todo hay que decirlo-, por un cúmulo de circunstancias
que, últimamente, se han ido pegando al normal desarrollo de sus días, y que le
han convertido en un mes fatídico en esencia.
Hace algún tiempo, se le cargó con el “sambenito” de tener que llevar sobre
la espalda de sus días la famosa “cuesta de enero”, de claros efectos negativos
en el costoso y lento devenir de estos días.
Dado que se producía una merma significativa en los presupuestos
monetarios de las familias, como consecuencia de haber vivido durante los días
de Navidad por encima de las posibilidades reales y hasta, en ocasiones, haber
tirado la casa por la ventana…
Y así, tratando de paliar de alguna manera esa situación, se inventaron las
rebajas en el comercio textil, previendo que, de no hacerse algo al respecto,
las ventas iban a caer estrepitosamente. Acertando con la medida y
consiguiéndose una dinamización del comercio evidente a todas luces.
Pero no acaban aquí los males o las marcas negativas para el presente mes
porque, además, se le ha añadido una más, que es relativamente moderna. Se trata de que, entre sus lunes –ya de por
sí duros y feos de sobrellevar-, hay uno que necesariamente destaca por ser el
“más triste del año”; el famoso “blue monday” que, según el americano que lo
descubrió –amparándose en una súper fórmula pseudo-matemática-, acarrearía
sobre sí la desdicha de ser eso, el “más triste del año”, llevando aparejadas
variables relacionadas con el clima, las deudas y los propósitos con cargo al
nuevo año, que nos desbordarían en exceso.
Pero no se apuren que, por lo que respecta a este año, ese día ya lo
pasamos y hasta seguro que lo medio olvidamos, pues quedó establecido en el
pasado lunes 16 de enero. Así que tranquilos por ahí.
Y ahora, lo que nos queda es pelear con lo poco de
mes que nos resta, tratando de sobrellevarlo de la mejor manera posible y
llegando enteros a buen puerto. Que ya
tenemos a la vista febrero, y los palentinos lo comenzamos con una fiesta, Las Candelas, en honor de nuestra
Patrona la Virgen de la Calle.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 25/01/2017)
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