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Con motivo de la Edición Especial que "Diario Palentino" sacó a la calle para conmemorar los "135 años" de su existencia, escribí este Artículo que reproduzco más abajo y que apareció publicado en este número especial del 11/11/2016.
Se dicen pronto y se escriben rápido sobre el papel: con tan
sólo una palabra de cuatro letras y tres dígitos que le preceden (135 años); pero lo difícil es
permanecer en la brecha de la información palentina de una manera ininterrumpida
durante esos 135 años; estar al cabo de la calle y en la calle misma –en otro
tiempo hasta “voceando” el periódico-, y ser testigo diario del devenir de la
ciudad y la provincia y contarlo –amén del acontecer del país y del mundo y
contarlo-; desde el año 1881 y seguir contándolo.
Porque, de otro modo, no estaríamos aquí y ahora celebrando
esta efeméride tan importante para la gran familia de “Diario Palentino”, para
el mundo de la información palentina en particular y, por ende, para todos los
palentinos.
Así que desde aquí, desde las páginas de este número
especial, que el actual testigo de aquel lejano en el tiempo primer Diario de
la saga, lanza ahora a los cuatro vientos para mayor realce de la celebración,
justo es reconocerle a nuestro periódico este añadido numérico y de prestigio
que le honra, y que ya luce a diario, cual escarapela alegórica, en la propia
cabecera del rotativo.
El que suscribe, modesto colaborador semanal de éste más que
centenario noticiero, que lleva asomándose a sus páginas de manera continuada desde
hace ya la friolera de trece años, que se dicen pronto también; pero que hay
que estar miércoles a miércoles a pie de página para tener a punto unas cuantas
líneas sobre esto o aquello, el hoy o el ayer, e incluso el mañana; no aspira
bajo ningún concepto a igualar esa mágica cifra de los 135 años –aparte de que,
para esas fechas, ya no andaré por aquí, porque esos años no hay cuerpo humano
que los soporte en condiciones de mínima lucidez, si no es sumando varias
generaciones-.
Pero sí anhelo, al menos, continuar dándole a la tecla y
seguir “emborronando” con plena consciencia cuartillas plenamente inteligibles,
que luego adquieren la total complacencia del respetable sobre el papel escrito.
Y que será así, entiendo, mientras la empresa editora lo siga aprobando y el
que suscribe continúe mínimamente en sus cabales y con plena lucidez mental. Pues es tal el placer que encuentro en la
mentada tarea semanal, que no es trabajo el dedicarle su tiempo correspondiente.
Desde luego, reclamar otros tantos
años de continuidad para nuestro periódico –aun sabiendo que ninguno de
nosotros, desgraciadamente, vamos a poder ser testigos de ello, porque no
estaremos aquí para corroborarlo-, y con la espada de Damocles –en sentido
figurado- de que, a la vista del auge de Internet y de las redes sociales,
nadie puede aventurar cuál pueda ser el recorrido que le quepa seguir en un
futuro próximo a la prensa escrita en papel; sería, no obstante, lo que
procedería desear en justa correspondencia a “Diario Palentino”. Y así lo hago sin más dilación, dejándolo
escrito para la posteridad.
Porque tras este siglo y pico de
actividad informativa para con los palentinos, hay mucha vida encerrada, página
a página, en su amplia hemeroteca, que guarda en letra de molde un pedacito del
acontecer diario de la sociedad palentina de diferentes generaciones y
distintos momentos históricos a lo largo de nada más y nada menos que 135 años.
Lo que ha hecho, que su
asentamiento entre la población haya sido progresivo y calando muy hondo en el
sentir y ser de sus habitantes; hasta el punto de que en un sinfín de hogares su
presencia sigue siendo hoy por hoy diaria y hasta casi obligada, por aquello de
que la tradición tira mucho y manda hacer.
¡Y que sea por mucho tiempo más,
cabría añadir!.
¡Feliz celebración!,
pues.
© J. Javier Terán.
(Publicado en la Edición Especial de "Diario Palentino" el día 11/11/2016)
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