Que el verano invita a salir a la calle como en ninguna otra estación del
año, es evidente. Y que, al atardecer, las terrazas de los bares y cafeterías
de la ciudad, están repletas de gentes que no aspiran sino a poder deleitarse
con la agradable temperatura que en esos momentos se disfruta a pie de calle,
al frescor que a esas horas proporciona la tarde, y sobre todo la noche que ya
anuncia su llegada, es también indudable.
Contribuyendo de esa guisa a que el ambiente de la ciudad en esos momentos
del verano adquiera un carácter de dimensiones considerables; y, así, con ese
hilo conductor, hasta bien entrada la madrugada; especialmente durante los
fines de semana.
Pues bien, en consonancia con ese contexto que vive la ciudad en esas horas
tan especiales y de claro relax ciudadano, ha surgido este año un programa de
conciertos de música de diversos estilos en torno a estas terrazas, que ayudará
aún más a que estos espacios de convivencia y relaciones sociales alrededor de
los bares –ya dice la canción aquello de “¡bares, qué lugares…!”-, alcancen
todavía mayores proporciones, contando con este inigualable poder de
convocatoria que tiene la música.
Así que en esos días de la semana que el programa cubra, la ciudad se
convertirá en un gran escenario sonoro al aire libre, donde la música de
estilos tan diferentes como el soul, el folk o el pop, lanzará sus compases y
sus notas al aire, inundando con sus dulces melodías las horas del tranquilo
atardecer capitalino, haciéndolo más ameno y sacándole del sopor casi seguro al
que se vería abocado de no mediar esta actividad.
Con el añadido de que, al propio tiempo, servirá también para dinamizar la
actividad cultural y artística de la ciudad y promocionar a algunos de los
artistas locales en esta faceta de la música. Algo que siempre resulta positivo
y que tantas veces se ha reclamado desde diferentes sectores y grupos de
ciudadanos sensibilizados con el tema.
Bien, pues ahora que ya se ha puesto en marcha esta
nueva actividad, con el trabajo que la misma ha supuesto, sería de desear que
continuase y hasta se institucionalizase de alguna manera si fuese
posible. Llegando a manejarse una
especie de eslogan que dijese algo así como “Palencia, la ciudad a orillas del Carrión, donde cada tarde del verano suena la música a pie
de calle."
(Artículo publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 10/08/2016)
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