Uno pasea estos días de verano junto a uno cualquiera de los colegios
escolares que levantan su particular estructura junto a nosotros a lo largo y
ancho de la ciudad, y lo primero con lo que se encuentra, así al primer golpe
de vista, es una quietud absoluta en sus entornos, un silencio enorme a su
alrededor: porque nadie habita su interior en estas fechas y nadie acudirá al
finalizar la jornada al exterior de los mismos para buscar a los pequeños. Rompiéndose si acaso este silencio, por
momentos, coincidiendo con el canto ocasional de algún grupo de pájaros
apostados en algún árbol de sus inmediaciones, que tratan de dar la bienvenida
al verano a su manera.
Y es que, bien sabemos, porque todos nosotros, en una etapa de nuestras
vidas pasamos por alguno de ellos un día, que no son, estos del verano, días
lectivos para los escolares, sino de largo tiempo de vacación para realizar mil
y una actividades diferentes.
Por eso, nadie juega ni trastea ahora en sus grandes patios abiertos y
luminosos; con lo que ninguna voz infantil se escuchará saliendo al exterior
del recinto durante un buen puñado de días.
Y es que cerraron de pronto nuestros escolares sus libros, dejándolos a
buen recaudo hasta el nuevo curso; y no portarán por allí hasta bien entrado el
mes de septiembre.
Así que al observador del lugar, la imagen que sin más le trasciende al
exterior nos habla de unos espacios solitarios y donde reina el más absoluto de
los silencios; ventanas cerradas a cal y canto, persianas incluidas; y quietud,
calma y reposo en grado extremo, a la espera del nuevo curso escolar, que
traerá hasta aquí sin duda a nuevos escolares con nuevos bríos y nuevas ganas
de aprender…
Y al hilo de estas líneas, y relacionado con este mundillo escolar, una
anécdota. Y es que circulaba estos días finales del curso una especie de
chascarrillo a través de las redes sociales que lo he considerado muy apropiado
para cerrar este artículo. Decía así:
“Ser madre o padre es lo mejor que os ha podido pasar en la vida. Por eso, a partir de hoy mismo, podréis
disfrutar de vuestros hijos las 24 horas del día y durante dos meses y medio
seguidos. Atentamente... El Tutor.”
Sin comentario...
(Publicado en el Periódio "Diario Palentino¨" el 6/07/2016)
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