Bien, pues tras el último cohete anunciador del último acto del hasta ahora
último programa de fiestas de “San Antolín” y, sobre todo, tras la sonada
última “traca” de fin de fiesta que fue aplaudida con emoción por el personal,
como en justicia le correspondía; una especie de silencio harto familiar se ha
vuelto a adueñar de la ciudad y sus entornos. Y ésta ha vuelto a recuperar la
tranquilidad y la rutina del día a día, por muchos quizás añoradas.
Y es en estos pocos días que han seguido a la fiesta, cuando se está
produciendo de una manera paulatina el regreso de las gentes a los que son sus
quehaceres habituales; hito que culminará de forma efectiva cuando toda la
población estudiantil, con sus mochilas cargadas de libros a la espalda,
regrese a las aulas y vuelva a llenar con sus idas y venidas todas nuestras
calles.
Lejos ya las últimas músicas festivas, los últimos espectáculos de calle a
rebosar de gente, los paseos hasta el real de la feria o hasta el parque del
Salón, las salidas nocturnas para acudir a los conciertos de música, las
obligadas citas con nuestro río Carrión para asistir a los eventos en sus aguas
programados, así como las actividades en el cercano parque del Sotillo…, y
tantos y tantos actos festivos más.
Lejos ya todo ello, el reposo y la vuelta a la normalidad de una manera
progresiva, será lo próximo que ocupará a los habitantes de nuestra ciudad.
Eso sí, aderezado o salpicado por la toma en razón o el inicio, en su
caso, de pequeñas metas o promesas personales que comenzarán justo a partir de
este momento; habida cuenta que las fiestas pueden considerarse como una
continuación lógica de las vacaciones, en donde uno se permite algunas pequeñas
licencias en ciertos aspectos por aquello de que se trata de días diferentes a
los habituales.
Así, muchos serán los que inicien en estos días algún tipo de dieta o
ejercicio físico contundente para lograr una puesta a punto de su cuerpo,
tratando de recuperar la figura que gozaban antes del inicio del verano. En
tanto que otros verán a estos días como el momento propicio para irse labrando
el futuro laboral de una manera real y efectiva, una vez finalizados sus
estudios y tras el descanso de los meses de verano.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 09/09/2015)
Muy buen texto de la historia de estas fiestas que ya han terminado, está súper bien, José Javier...
ResponderEliminarHacía días largos, que no venía hasta tú "Rincón Palentino", me ha gustado mucho el nuevo encuentro.
Un abrazo,
Muchas gracias, Mía, por leerme y por tus amables palabras. Un abrazo.
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