Con la incorporación a las aulas la semana pasada del último grupo de
estudiantes, en este caso los que se forman en el estadio más elevado del
conocimiento, los que constituyen el colectivo de los alumnos universitarios; y con
el verano ya finiquitado y las vacaciones -¡ay qué pena!-, un tanto lejanas y
formando parte ya del recuerdo de cada cual, es de suponer que grato y
placentero, el mes de octubre nos introducirá en lo que pudiéramos llamar una
monótona habitualidad o rutina de los días.
Donde estos se nos irán mostrando cada vez más cortos en sus horas de luz,
atendiendo al tiempo otoñal en el que nos encontramos; tras haber dejado atrás
unos últimos días de verano agradables en extremo, que nos permitieron gozar por
estos lares de unos plácidos atardeceres donde, como consecuencia, el personal
se vio todavía motivado a salir a las calles para disfrutar de la deliciosa
temperatura ambiente.
Porque era menester aprovecharlo, al igual que se espera pueda ocurrir en muchas
de las jornadas de este recién estrenado otoño, del que confiamos se muestre
suave y apacible en cuanto a su climatología, haciendo gala de una “fama”
bastante generalizada que le viene caracterizando por estos lugares mesetarios. Aunque bien sabemos que hubo ocasiones en las
que esta notoria bonanza de los días se vio rota en muchos frentes y el
invierno puro y duro se nos coló de rondón sin avisar tan siquiera.
Circunstancia que confiamos no se produzca en esta ocasión de forma
temprana y todo llegue a suceder en su justo momento, dados los extraordinarios
antecedentes que le han precedido en estos días finales del verano.
Que si ya resulta largo y triste en extremo el invierno por estas tierras,
como para que tengamos que vernos abocados a iniciarlo antes de que acontezca
en su tiempo real, porque el otoño no quiso acompañarnos con su tono habitual
y, un buen día, se hizo el invierno de la noche a la mañana y sin solución de
continuidad por aquí y por allá.
En fin, que aquí estamos iniciando este nuevo
tiempo con una cierta expectación ante varios acontecimientos próximos a
suceder, que el paso de los días nos irán descubriendo en detalle; pero que
desde aquí hacemos votos para que resulten lo más gratos posible, tanto en
Palencia como en Vitoria, o en Santander como en Alicante, por citar
solo algunos lugares como muestra.
(Publicado en el Periódico "Diario Palentino" el 1/10/2014)
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